Una estupidez
Por Humberto Campodónico
Las recientes medidas del gobierno —tercera rebaja de aranceles y disminución del ISC a los Combustibles— vuelven a confirmar que lo que más le interesa es bajar la inflación. En esta tarea, no escatima esfuerzos para "ayudar" al BCR, que es quien tiene el mandato constitucional de preservar la estabilidad monetaria. No sucede lo mismo con el tipo de cambio y el Presidente ha dicho que es "una estupidez" pretender que el dólar suba porque la devaluación es un "proceso mundial".
Pero lo mismo se podría decir de la inflación: buena parte es "importada", ya que ha subido el precio del petróleo y de los alimentos (maíz, soya y trigo) debido al mayor cultivo de maíz para biocombustibles y al aumento de la demanda de los países asiáticos, sobre todo China. Dice el BCR que en el 2007 la inflación importada total fue 11% y la de alimentos nada menos que 18%. ¿No es también "una estupidez" oponerse a este "proceso mundial".
Como somos un país importador de alimentos, los neoliberales del gabinete debieran estar a favor de que los precios internos reflejen el aumento de la inflación internacional. Cualquier medida en contrario sería "una estupidez". Pero como dicha alza impacta la popularidad de García, se callan en todos los idiomas y le proponen combatir la inflación con rebajas arancelarias ((www.cristaldemira.com, 15/2/2008).
Aprovechando el pánico del Presidente, bajaron todos los aranceles de manera drástica. Así, del 2005 a febrero del 2007, el arancel efectivo bajó de 7.2 a 2.05% (ver gráfico). Con la última rebaja, el arancel efectivo será todavía menor. Para los industriales esto es "tras piedras, palos", porque a la baja del dólar se suma la rebaja del arancel y la mayor competencia de productos importados. Además, esta rebaja se hace de manera inconsulta y sin cronograma, como sí lo hizo Chile cuando anunció anticipadamente una rebaja escalonada de 1% anual.
Lo peor es que los precios de los alimentos no han bajado (como se constata a diario) porque los importadores no trasladan al público la baja del arancel. Y no lo hacen porque son mercados oligopólicos: 2 o 3 empresas controlan el 60-70% de la oferta.
O sea, "es una estupidez" pretender que baje la inflación importada solo con la rebaja de aranceles, porque no se toca la estructura de los mercados ni los mecanismos de comercialización. De otro lado, esta rebaja le cuesta al fisco US$ 500 millones anuales, el 0.43% del PBI (www.cristaldemira.com, 15/2/2008). Muchos de los que hablan del déficit fiscal estructural no tocan este tema.
En los combustibles, el gobierno ha continuado con el Fondo de Estabilización de Precios (comenzó con Toledo), que le cuesta al fisco S/. 50 millones semanales (al precio de US$ 100/barril) lo que en el 2008 sumaría S/. 2,500 millones. Eso equivale al 0.75% del PBI. El problema no es que haya Fondo, sino que la actual metodología de la Paridad de Importación favorece a las refinerías (www.cristaldemira.com, 21/1/2008).
El gobierno también acaba de bajar el ISC a los combustibles, a un costo de S/. 564 millones, el 0.17% del PBI. El Ministro Carranza, tan duro para soltar S/. 8 millones para el Poder Judicial, no considera "una estupidez" esta medida que cuenta, claro, con la aprobación de García.
Para terminar, el gobierno destina 1.34% del PBI (solo con lo analizado aquí) contra la inflación. Pero cualquier medida para paliar la caída del dólar es "una estupidez". Lo que esto quiere decir es que García califica las medidas según su conveniencia, pero sin criterio técnico alguno. La verdad de las cosas es que sí deben tomarse medidas contra la inflación y, también, para tener un tipo de cambio competitivo.
Pero al gobierno no le interesa los empresarios exportadores, los mercados que han podido conquistar y los empleos que otorgan. Lo que le interesa es la inflación, porque influye en los resultados de la encuesta del próximo domingo, aunque eso parezca "una estupidez".
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