Por Humberto Campodónico


En los últimos meses, ha ingresado al país una cantidad apreciable de inversionistas con miles de millones de dólares para especular con la apreciación de las monedas nacionales. Este ingreso de capitales de corto plazo (CCP) ha contribuido a la baja del dólar que, ciertamente, tiene causas estructurales: la debilidad de la economía de EEUU, la recesión en marcha y las fuertes reducciones de la tasa de interés de la Fed.

Saldo de Certificados de Depósitos del BCRP: S/.21,964 millones
certificados de depositos BCRP marzo 2008
Fuente: BCRP


Hace poco el presidente del BCR, Julio Velarde, dijo que la participación de los inversionistas extranjeros en los Certificados de Depósitos del BCRP (un total de S/. 21,164 millones) se ha casi triplicado, pasando del 12% en diciembre del 2007 al 34% el 15 de marzo. PPK ha dicho que "la plata del extranjero está llegando en carretillas".

Para frenar esta entrada especulativa, una de las medidas a aplicarse es un impuesto a los capitales que vengan por menos de un año. Así, los que especulan lo pensarán dos veces, pues el "negocio" ya no será tan rentable. Pero cuando se propone una medida de este tipo, "saltan" los neoliberales para oponerse con varios argumentos. Dicen, por ejemplo, que no ha funcionado en ningún país.

Pero no es eso lo que dicen numerosos estudios académicos y, sobre todo, los hechos económicos. En 1998, Chile y Colombia impusieron un impuesto a la entrada de capitales de CP, que también venían a los países emergentes debido al auge económico. En Perú no se hizo, pues se consideraba, no solo que la medida era "intervencionista", sino que no tendría ningún efecto ya que los CCP encontrarían la manera de "bypassear" este impuesto a través de ingeniosas fórmulas.

Cuando la crisis rusa de agosto del 98, los CCP huyeron en masa de los mercados emergentes. Para el Perú, eso fue una catástrofe pues salieron miles de millones de dólares en pocas semanas, con lo que las empresas ya no podían acceder a capital de trabajo, se rompió la cadena de pagos y comenzó la recesión que duró hasta el 2001.

En cambio, en Chile y Colombia, como la entrada de CCP fue menor (debido al impuesto), la economía no estuvo sobreestimulada artificialmente. Por lo mismo, la salida de esos capitales (que también se produjo), no impactó tan fuertemente en la actividad productiva ni en la cuenta corriente de la Balanza de Pagos. Por eso la desaceleración económica fue bastante menor a la peruana. En otras palabras, el impuesto a la entrada de los CCP funcionó.

Tampoco se sostiene el argumento de que el impuesto es fácil de "bypassear" porque si la medida es irrelevante, entonces, ¿de qué se quejan? Dice Dani Rodrik, de Harvard: "si se pueden evadir los controles, entonces los inversionistas no tienen de qué preocuparse. Y si para evadirlos se tiene que pagar un costo elevado, ¡eso quiere decir que los controles funcionan!" (1).

Otro argumento es que el impuesto podría frenar la entrada de CCP cuando se necesiten (en otra coyuntura). No, pues. El impuesto funciona como un paraguas: se abre cuando el capital especulativo de CP llueve y "moja" a la economía y al dólar. Y se deja de aplicar cuando se serena el clima económico.

Lo que sucede es que el impuesto frenaría la baja del dólar, lo que no quiere el gobierno pues cree que así combate la inflación. Tampoco lo quieren aquellos que desean preservar el modelo exportador primario (minerales, petróleo), pues les basta y sobra con los actuales altos precios.

Pero para el sector productivo, un dólar bajo (por la especulación) es competencia desleal (a lo que se añade la baja de aranceles). Lo mismo sucede con los exportadores no tradicionales, que pierden competitividad. Por allí van las razones del actual enfrentamiento entre agentes económicos, que se calienta un día sí y el otro también.
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(1) "Argumentos sin sentido contra los controles de capital", 8/3/2008.

http://rodrik.typepad.com/dani_rodriks_weblog/2008/03/nonsensical-arg.html

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