Las empresas están haciendo todo lo necesario para sobrevivir a la caída del tipo de cambio, invierten, mejoran su productividad, buscan mejores mercados y diversifican sus productos por lo que no se ven quiebras masivas.
Presidente de ADEX dijo que eso no significa que las empresas no tengan problemas o que puedan resistir por siempre esta situación.
La forma en que se aprecia la moneda nacional frente al dólar y a las monedas de nuestros principales competidores constituye una nube muy oscura dentro del horizonte inmediato de las empresas exportadoras, manifestó el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Juan Varilias Velásquez.
Si bien consideró que existen factores que limitan el comercio exterior peruano, como los sobrecostos logísticos y la falta de una eficiente infraestructura que no serán superados en el corto plazo, el líder exportador mencionó que existen otros como la caída del dólar que amenaza la sobrevivencia de las pequeñas y medianas empresas exportadoras.
“Existe una debilidad marcada en monedas importantes como el dólar y el euro, pero lo concreto es que para efectos de mantenernos en el mercado o desarrollar nuevos destinos, el tipo de cambio constituye una desventaja para los productos de exportación peruanos”, dijo.
Explicó que ADEX, a través de su Gerencia de Estudios Económicos, hace un seguimiento mensual de los tipos de cambios reales del Sol versus las monedas de 15 de nuestros principales competidores. El resultado arroja un saldo negativo para nosotros, en todos los casos.
“En términos resumidos, el efecto combinado de los tipos de cambio y las tasas de inflación determinan que nuestros productos sean 24% más caros que los productos brasileños (en los últimos 12 meses). Igualmente, somos 17% más caros que los productos europeos y 11% más caros que nuestros vecinos del sur. Justamente, una consecuencia de ello es que nuestros productos pesqueros están siendo desplazados por los productos chilenos en el mercado europeo”, detalló.
Similar figura se observa frente a los productos mexicanos (18.3%) los canadienses (.10.4%), los japoneses (5.7%), los norteamericanos (5.6%) y los colombianos (4.7%). Indudablemente, debemos reconocer que estos movimientos cambiarios son consecuencia del proceso de ajuste que siguen Estados Unidos y Europa. Se trata de una fuerza externa demasiado grande para frenarla.
“La pregunta central para los peruanos no es qué hacemos con el dólar, sino que hacemos con nuestro modelo de desarrollo de valor agregado y empleo. Si la exportación de productos con valor agregado es tan importante para el Perú que hasta se han firmado Tratados de Libre Comercio ¿Qué ganamos con bajar a cero los aranceles de nuestros mercados de destino, si la apreciación de la moneda tiene igual o mayor impacto que un arancel?, se preguntó.
Preciso que en los momentos de crisis los peruanos perciben claramente la gravedad que encierra la demora en la construcción de la infraestructura de transporte, la falta de ordenamiento de los servicios a la carga, la falta del fortalecimiento de instituciones de servicios y de apoyo a las cadenas productivas y lo mucho que hay por hacer en la capacitación técnica específica de los trabajadores, entre otros.
“Las empresas están haciendo todo lo necesario para sobrevivir a la caída del tipo de cambio, invierten, mejoran su productividad, buscan mejores mercados, diversifican sus productos, etc. Por eso no se ven quiebras masivas. Pero ello no significa que las empresas no tengan problemas o que puedan resistir por siempre esta situación”, concluyó.