Por César Córdova Ponce
Se las ha puesto al frente de multitudinarias marchas defendiendo los intereses de las plantas conserveras, en donde laboran en condiciones muy precarias, en contacto permanente con agua, ambientes húmedos y cambios bruscos de temperatura; allí y sin capacidad para organizar un reclamo, permanecen casi todo el día de pie en la misma posición frente a las mesas de metal, sobre la cual realizan el corte y fileteado del jurel, caballa o anchoveta con tijeras o cuchillos, con presencia casi segura de callos y heridas en la palma de sus manos; son potenciales prisioneras de la neumonía, pleuresía, artritis, dolores musculares, resfriados, etc. y soportan con resignación a sus dos enemigos declarados como son el uso frecuente del agua y el ambiente frío de las plantas, a los que tienen que hacer frente sin guant! es y sin impermeables.
Aun así, es el sector peor pagado de la industria pesquera, porque sus ingresos están por debajo del jornal mínimo a pesar de trabajar más de 48 horas semanales, sin reconocimiento de horas extras o resarcimiento por horas trabajadas en días de descanso. No se les paga además gratificaciones ni compensación por tiempo de servicios.
Esta dramática situación en la que viven, por fin ha encontrado reacción positiva. Se cansaron del abuso patronal y de la indiferencia de las autoridades y se han animado a organizarse sindicalmente y han formado el SINTTRACONA, con el claro objetivo de luchar para que se reglamente de una vez por todas la Ley N° 27979 publicada el año 2003 y que no se aplica hasta el día de hoy por falta de su reglamento. Según esta ley, las remuneraciones, vacaciones y compensación por tiempo de servicio, se deben efectuar semanalmente y con carácter cancelatorio. Asimismo, señala que el jornal mínimo por laborar 4 o más horas al día no debe ser menor a 25 nuevos soles.
La primera actividad de esta naciente organización sindical, ha sido la realización del Foro Público “La producción conservera y los derechos de la mujer” en el auditorio del Centro Cultural Centenario este último viernes, que lamentablemente recibió descomunal desaire de las autoridades locales y regionales a pesar de haber sido oportunamente invitadas y haber confirmado su asistencia. Solo se contó con la presencia de la Comisionada de la Defensoría del pueblo en Chimbote Roslyn Villanueva Ramírez, lo que puso en evidencia la total indiferencia de nuestra sociedad civil en esta problemática laboral que involucra a más de 8,000 trabajadoras conserveras en nuestra localidad.
En las interesantes exposiciones a cargo de la infatigable abogada Pamela Zárate y Jorge Quezada, representantes de CEDA – Lima, en el tema “Situación de los derechos laborales de la mujer conservera”, se dieron a conocer las malas prácticas laborales del empresariado de este sector y la desprotección legal de las fileteras y su temor a ser despedidas si aspirasen a sindicalizarse. Las cifras manejadas en este Foro desnudan su drama actual: Más del 70% de las trabajadoras conserveras desconocen sus derechos laborales, el 60% acepta que no pueden hablar de este tema en sus centros de trabajo y el 100% informó que en la zona en donde laboran no existe sindicato que las defienda.
Es lamentable que solo por intereses económicos de las empresas conserveras o por objetivos políticos, se las utilice bajo la amenaza de ser despedidas de su centro de labores y no haya genuina preocupación en solucionar el drama que viven diariamente. Esa larga espera de 10 años debe terminar. Exigimos que las autoridades locales y regionales y nuestros congresistas de Ancash, apoyen este justo reclamo y de una vez por todas se reglamente esta ley que protege sus derechos.
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