procesadora sparragos

El objetivo es transformar la riqueza agraria en bienestar para la población.  Actividad genera 119 puestos por cada millón de dólares exportados y tiene un mayor potencial.

“Existen factores que amenazan la sostenibilidad de las agroexportaciones y lo ya avanzado en materia de formalización de esa actividad que aún hasta ahora se caracteriza, precisamente, por ser informal. Por ese motivo el gobierno debe pisar el acelerador y avanzar en la agenda que permitirá su desarrollo”, manifestó el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Juan Varilias Velásquez.

 

Durante su participación en el foro “Oportunidades para el desarrollo del agro moderno”, realizada por la Comisión Agraria del Congreso de la República, Varilias resaltó el efecto dinamizador de las agroexportaciones y los avances registrados hasta el momento. Aprovechó la presencia del presidente de ese grupo de trabajo, el congresista piurano Juan Castagnino, para defender la necesidad de promover esa actividad que genera 119 puestos de trabajo por cada millón de dólares exportados.

“Los puntos críticos son fácilmente identificables. Necesitamos inversión público-privada en infraestructura hidráulica sobre todo en las partes altas del Perú. Contamos con buenas cantidades de agua,  pero no está distribuida en correspondencia con las áreas de producción, especialmente de la Costa. Por ese motivo necesitamos identificar y acelerar las obras que permitirán a los agricultores y agroexportadores contar con ese recurso”, dijo.

Señaló que un tema fundamental en el agro es la informalidad. Desde su promulgación, la Ley N.°  27360 (Ley de Promoción Agraria) permitió formalizar el 10% del total de los trabajadores, pero aún hay  mucho que trabajar. En ese sentido, solicitó que se respete su vigencia prevista hasta el año 2021.

“Además de la estabilidad jurídica que ya hemos señalado, el agro carece de condiciones competitivas por lo que requiere de una red institucional de apoyo. Por ejemplo, y si bien hay avances, aún no podemos aprovechar las oportunidades que nos brinda el mercado asiático porque hay demora en la elaboración de los protocolos sanitarios que nos exigen esos mercados”, comentó.

Detalló que la investigación y desarrollo es muy importante para mejorar semillas y adaptar productos, pues las autoridades deben homologar sus tareas con nuestros mercados y preparar los protocolos de acceso para cada uno de ellos. “En esa materia estamos muy débiles, pese a la reorientación investigadora en semillas por parte del INIA. Aun así la pregunta que queda en el ambiente es ¿cómo hacemos para que el círculo virtuoso de la competitividad se extienda al agro de la Sierra y de la Selva?”, se preguntó.  

Dijo que si instituciones como el Minag y sus OPDs, no tienen la capacidad de llegar a todos los rincones del país es muy difícil extender el desarrollo y la modernización experimentada en la Costa, por lo que se necesita un plan de desarrollo competitivo del agro, la voluntad y la fuerza política para ejecutarlo.

Varilias señaló que un indicador del avance y modernización del agro lo constituye el crecimiento del PBI agrario que pasó de 1.6% (antes de 1992%) a 5.3% (crecimiento promedio después de 1992).

Finalmente, dijo que para mejorar la productividad y alcanzar niveles de calidad óptimos, se necesitan trabajadores calificados, tarea que no es nada fácil pues la actividad agraria es estacional y los trabajadores suelen migrar y prefieren pagos en efectivo en vez de depósitos o aportes al sistema bancario. “Es por eso que se debe mantener el régimen laboral especial que  tenemos actualmente”, concluyó.