Axel Christensen, Director de Estrategia de Inversiones para América Latina de BlackRock
Un resultado retrasado podría traer incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros en el corto plazo. Por ello, preferimos mirar pasado este periodo, enfocándonos en nuestras posiciones de mayor convicción. A pesar de la incertidumbre en el resultado presidencial, es seguro decir que el próximo gobierno verá un congreso dividido, con los republicanos manteniendo el control del senado y los demócratas, la cámara de representantes.
El resultado de la elección presidencial estadounidense es demasiado incierto para determinar a un claro ganador el 4 de noviembre, elevando las perspectivas de que se observe un período de incertidumbre a medida que continúa el recuento de votos por correo en varios estados de diferencias más estrechas. Un resultado concluyente podría llevar unos días o más, lo que podría alentar un incremento de la volatilidad en los mercados financieros, sobre todo si se mantiene abierta la posibilidad de una elección impugnada. Con todo, preferimos mirar a través de cualquier volatilidad y mantener posiciones de alta convicción en medio de cualquier liquidación de activos de riesgo. Los volúmenes de negociación probablemente bajos en este período podrían magnificar los movimientos del mercado.
En este momento, tanto el presidente Donald Trump como el candidato demócrata Joe Biden contaban con caminos potenciales para transformarse en ganadores de la elección, reduciéndose a algunos estados como Michigan, Pensilvania y Wisconsin, que pueden no anunciar resultados durante varios días. La carrera por el control del Senado aún se mantiene muy ajustada, pero las probabilidades de que los demócratas ganaran tanto la Casa Blanca como el Senado parecen, en este momento, bajas.
Previo a la elección, identificamos las principales diferencias en políticas económicas de los posibles escenarios resultantes de la elección. Una victoria del ex–vicepresidente Biden podría generar un mayor enfoque en la sostenibilidad a través de acciones regulatorias y probablemente significaría un regreso a una política exterior más predecible. La reelección del presidente Trump probablemente duplicaría el enfoque de “Estados Unidos primero” para políticas de inmigración y comercio exterior, ya sí como marcar una tendencia de mayor desregulación. El ahora menos probable escenario de “barrida demócrata” podría generar un gasto fiscal a gran escala y mayores impuestos para corporativos e individuos de altos ingresos.
Vemos las diferencias de política fiscal como un área clave en relación con el resultado electoral, sobre todo por ser crítico para evitar daños económicos permanentes por el impacto del Covid. Una victoria de Biden con un Congreso dividido limitaría la capacidad de los demócratas para implementar un estímulo fiscal a gran escala. El estímulo en un segundo mandato de Trump podría ser un poco mayor, en nuestra opinión, con negociaciones sobre un paquete fiscal para amortiguar el reinicio del impacto del virus. Esperamos poca inversión pública en ambos casos (lo que se esperaba que fuera significativo en un escenario de “barrido demócrata”).
En referencia a los impactos sobre mercados financieros, creemos que hay importantes consecuencias del resultado de las elecciones en renta fija y el desempeño relativo por regiones y sectores en mercados accionarios. Esperamos que el alza en rendimientos a largo plazo de los bonos del tesoro de EE.UU. se mantengan contenidos tanto en el escenario de un gobierno dividido de Biden o la reelección de Trump. Eso sí, podríamos ver que estos rendimientos caigan aún más como respuesta a un escenario de elección imputada que dilate su resolución. Sin embargo, a largo plazo, vemos que un posible régimen de mayor inflación eventualmente presione al alza los rendimientos de tesoros.
En renta variable, esperamos que las empresas de tecnología, aquellas que destacan en el factor de calidad y las de grandes capitalizaciones observen un mejor desempeño relativo bajo un gobierno dividido de Trump, como lo han hecho en el pasado. Creemos que los activos de los mercados emergentes probablemente obtendrían mejores resultados si mejorara el sentimiento de la política comercial en caso de una victoria de Biden, especialmente los activos de Asia ex–Japón. Muchos países de esa región han logrado contener el virus y están más adelantados en el ciclo de reinicio de crecimiento económico. Por el contrario, vemos desafíos para los activos de mercados emergentes y los sectores cíclicos globales en un segundo mandato de Trump, debido a un posible resurgimiento de las tensiones comerciales.