La agencia atómica rusa Rosatom anunció que lleva a cabo negociaciones con Argentina y Brasil para la construcción de centrales nucleares en esos países; además, destacó la importancia de América Latina para sus planes de futuro.
“Tenemos un considerable interés en América Latina. Por ejemplo, en Argentina y Brasil”, dijo Serguéi Kirienko, jefe de Rosatom.
La agencia atómica rusa mantiene “negociaciones preliminares” con las autoridades argentinas y brasileñas, quienes aún no han anunciado oficialmente los concursos para la construcción de sus nuevas plantas atómicas, agregó.
Argentina tiene previsto anunciar un concurso para la construcción de una cuarta planta nuclear de 1800 megavatios de potencia, a la que también aspiran EE. UU., Francia, China y Corea del Sur, puntualizó el director de Rosatom.
Hay que señalar que la cooperación en el sector energético en general constituye un elemento importante de las relaciones entre Buenos Aires y Moscú, lo que confirmó hace unos días el embajador de Argentina en Rusia, Juan Carlos Kreckler, en su discurso de despedida:
—Rusia nos provee a nosotros de la gran energía. Es un país rico en energía y grande en energía. Exporta a Argentina combustibles, abonos, hierro y acero.
Y, hablando concretamente sobre el interés de Argentina en desarrollar la energía nuclear, el embajador Kreckler recordó que hace unos meses el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio de Vido, asistió a un foro sobre la energía nuclear, celebrado en Rusia y auspiciado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). El embajador destacó:
a) la participación del ministro de Planificación en la conferencia ministerial internacional sobre energía nuclear para fines pacíficos del siglo XXI que fue realizada en San Petersburgo, organizada por la OIEA, el Organismo Internacional de Energía Atómica, cuya sede está en Viena. Dijo el embajador argentino;
b) La reunión del ministro De Vido con el director Serguéi Kirienko, de la corporación estatal Rosatom, y nosotros tenemos una intensísima relación en el sector de energía nuclear.
Puntualizó:
—Trabajamos mucho con Rusia en ese sector y Rusia nos ayuda mucho.
El interés de Argentina en promover el desarrollo de la energía nuclear fue confirmado una vez más por el ministro Julio De Vido quien en diciembre pasado encabezó en Moscú la presentación de un ambicioso proyecto en el sector energético que supone atraer inversiones de cerca de veinte mil millones de dólares.
Se trata de un total de quince proyectos estratégicos, en su mayoría en el sector energético, y Argentina espera que sean atractivos para los inversores de varios países, en particular, Rusia, Brasil y China.
Y en lo que se refiere al segmento de la energía atómica y la cooperación con Rusia en este ámbito, el ministro De Vido expresó en aquella ocasión:
—Ya Argentina está desarrollando un pequeño reactor de ciento veinticinco megavatios con uranio enriquecido, así hemos entrado en el mundo de desarrolladores tecnológicos en esa materia, y creemos que con Rusia también en este aspecto tenemos mucho por colaborar. Y entendemos también que podemos lograr importante financiamiento, importantes inversiones de la Federación Rusa a través de Rosatom, financiado por el Estado ruso.
Así que, todo indica que la cooperación ruso-argentina en el sector de la energía nuclear es promisoria y tiene buenas perspectivas, más aún que la agencia Rosatom cuenta con bastante experiencia en este sentido.
Actualmente, Rosatom construye o proyecta reactores nucleares en países tales como China, Turquía, Bielorrusia, Vietnam o la India.
La Voz de Rusia, 17-01-2014
http://spanish.ruvr.ru/2014_01_17/Argentina-Rusia-energia-nuclear-promisoria-area-de-cooperaci-n-4228/
Lo que nos cuesta mantener a Chile Si se cumplen los ofrecimientos del presidente Humala y de empresarios peruanos de dar energía a Chile, lo cual no se ha consultado al pueblo peruano, se va a recortar drásticamente el tiempo de disponibilidad del recurso y su precio será inalcanzable, como la quinua, pues el gas del Perú, al estar expropiado por empresas privadas, ya es el más caro de América Latina. Por esta razón, es urgente poner en la agenda la construcción de centrales nucleares para producir electricidad; y esto ha de hacerse sin dilaciones, porque esas centrales se construyen en cinco años (no es tan fácil ni rápido como comprar grupos electrógenos). No vamos a asumir la carga de sostener la economía chilena acabando nuestro gas, poniendo en riesgo nuestra supervivencia y agravando la pobreza del pueblo |
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