Por César Lévano
El ingeniero Eleodoro Mayorga estaba capacitado para el cargo de ministro de Energía. Aparte de ser graduado en ingeniería del petróleo, fue durante siete años funcionario del Banco Mundial encargado de la Unidad de Políticas del sector petróleo, además de ser asesor de compañías petroleras que operan en el Perú.
Como él ha declarado, el presidente Ollanta Humala, y sin duda la señora Nadine Heredia y asimismo el ministro de Economía, Luis Castilla, conocían su currículo. Por eso lo nombraron. Toda su actividad se enmarca en la línea “nacionalista” de privar al país de una política energética independiente, de convertir a Petroperú en un ente sin energía.
Como he señalado en varias ocasiones, la conducta de Humala es, en materia petrolera, contraria a la de dos militares patriotas: el general César Pando Egúsquiza y el general Juan Velasco Alvarado.
Lo que se acaba de revelar respecto al ministro de Energía es que fue asesor de Interoil, una empresa extranjera que sigue explotando los lotes petroleros III y IV de Talara, merced a una prórroga de un año concedida a pesar de un fallo arbitral contra él. Magia del poder, y sin duda de la corrupción: el ministro autorizó que esa compañía siguiera extrayendo el petróleo peruano.
Alega Mayorga que no podía hacer nada mientras no saliera el fallo arbitral, que la empresa al final perdió. ¡Que diferencia con la conducta ejemplar del general Pando, quien desconoció un ilegítimo y tramposo “laudo arbitral” sobre la Brea y Pariñas, conducta que fue compartida por la Fuerza Armada del Perú y hasta por sectores conservadores peruanistas como el diario El Comercio. Don Aurelio Miró Quesada fue, hasta el fin de sus días, paladín de esa línea!
El congresista Víctor Andrés García Belaunde, de la bancada de Acción Popular-Frente Amplio, ha planteado que el ministro Mayorga sea denunciado constitucionalmente por tráfico de influencias y patrocinio ilegal.
El caso Mayorga expresa una política general, que es la negación de lo que el primer mandatario prometió durante sus campañas electorales. El rumbo actual del régimen es antinacional y antipopular. Lo triste es que esa estrategia es solo la continuación, con otras mentiras, de las posturas privatistas de los gobiernos de Fujimori, Alan García y Toledo. Ya sabemos que esos personajes usaron el poder para robar y abusar, motivo por el cual están en la cárcel o merecen estar allí.
En el Perú hace falta un trabajo de psicología y política que ubique las raíces y el cinismo de nuestros políticos. Mayorga es una expresión del alma de esos desalmados. No le tiembla ni un solo músculo de la cara cuando afirma que todo lo que hizo estaba de acuerdo con la ley. La ley del embudo, suponemos.
La Primera 23.04.2014