Por Jorge Manco Zaconetti
¿Lobby petrolero qué estás haciendo?
Si no fuera por la corrupción generalizada en el poder judicial, el congreso de la república y la policía nacional, tres organizaciones claves para ser un país con futuro, con instituciones serias y respetables que aseguren la democracia y la libre competencia capitalista, el lobby empresarial sobre la nueva ley de hidrocarburos ocuparía las páginas centrales y el interés de la opinión pública, pues es un escándalo y un atraco al patrimonio nacional.
Como hemos señalado en esta tribuna identificada en la defensa del interés público y el patrimonio nacional, actualmente está en lista de espera para su aprobación en la comisión permanente del congreso de la república, el proyecto maquillado del ejecutivo (desde PPK y secuaces) sobre la necesaria promoción de las inversiones en el marco de lo que sería una nueva ley de hidrocarburos.
Hemos puesto en evidencia con pruebas como los contratos de explotación de hidrocarburos próximos a su vencimiento tales como Graña y Montero, Sapet, CNPC, Savia, Petrolera Monterrico, Pluspetrol Norte a través de sus gremios empresariales representativos pretenden la prórroga indebida de sus contratos por veinte años adicionales que sumados a los diez años del período de retención del lote, configuraría una graciosa ampliación por treinta años más. ¡Esto configura la política del parasitismo mercantilista, ajeno al capitalismo de libre competencia!
En tal sentido, ejercen un lobby en los medios de comunicación, congreso de la república, universidades, líderes empresariales con el afán de convencer y demostrar la necesidad de una nueva ley de hidrocarburos que encierra en su artículado páginas lesivas al interés público, al fisco, a las regiones e incluso fomentará nuevos conflictos ambientales por el relajamiento de las normas ambientales.
Así, en un artículo anterior titulado “Parasitismo rentista en los hidrocarburos” hice referencia a la pretención de estas empresas de acogerse a esta indebida prórroga, negociando con el estado nuevas tasas de regalías para supuestamente ser más competitivas. En el fondo la pretensión es tener una tasa de regalías del 5 % y no pagar las tasas vigentes que van desde el 16 % al 37.24 % según sea el caso de cada contrato.
Canon y sobrecanon en peligro
En tal sentido, con la evidencia estadística podemos demostrar que con tasas de regalías del 5 % se pondría en riesgo el pago a las regiones productoras del canon petrolero que se determina como el 15 % del valor de la producción (Precio X Volumen de la producción fiscalizada), y el sobrecanon que se fija como el 3.75% del valor producido.
Es decir, el canon y sobrecanon petrolero constituye el 18.75 % del valor de la producción que debe distribuirse en las regiones productoras, a los gobiernos locales, regionales y universidades públicas de (Piura, Tumbes, Loreto, Ucayali principalmente)
Con una negociación a la baja de las tasas de regalías vigentes en los contratos de explotación hidrocarburos próximos a su vencimiento se afectaría la determinación del canon y sobrecanon petrolero pues el estado tendría que sacar recursos e ingresos de otras fuentes para asegurar el canon a las regiones.
Esta opinión también la comparten expertos en el sector como el Ing. Aurelio Ochoa ex presidente del directorio de PerúPetro organismo público responsable de promover los contratos en el sector y fiscalizar a los mismos. Como también el Ing. Humberto Campodónico ex presidente del directorio de PetroPerú entre otros conocedores del sector que no tienen compromisos empresariales.
Sirva de ilustración el presente cuadro que expone el pago de regalías de todas las empresas que explotan, petróleo, gas natural y líquidos por lo tanto incluye la explotación de los lotes que conforman el Gran Camisea (lote 88, 56, y 57)
En la práctica el grueso de las regalías pagadas, un 75 % de las regalías provienen de los lotes del Gran Camisea en especial del lote 88 que abona el 37.24 % de regalías sobre la producción de gas y líquidos de gas natural, el lote 57 paga por contrato el 5 %, y el lote 56 abona una tasa de regalías del 38 % sobre una fórmula especial absolutamente desfavorable para el estado (Net Back Price) que será materia de otro artículo.
El cuadro también expone el abono del impuesto a la renta de tercera categoría de las empresas que están en la actividad de explotación en la jerga (upstream). Allí también el grueso del impuesto a la renta proviene del abono de las operaciones de Camisea que en total explota al día aproximadamente 1,500 millones de pies cúbicos de gas natural, y 90 mil barriles diarios de líquidos de gas natural.
Impuesto a la renta en el piso
Como debe ser evidente el impuesto a la renta es un ingreso derivado que se fija sobre el 30 % de la utilidad imponible que no resulta equivalente a la utilidad antes de impuestos por la vigencia de los beneficios tributarios y una serie de gastos considerados como deducibles. Al respecto la lista de partidas deducibles van desde las depreciaciones, las mismas regalías pagadas, los gastos de exploración en el año, la participación de los trabajadores hasta los almuerzos de la gerencia.
En tal sentido el comportamiento del impuesto a la renta depende de los ingresos y utilidades que obtengan las empresas petroleras que a su vez resultan explicadas por los precios internacionales del petróleo y gas y los volúmenes de producción fiscalizados.
En tal medida como se podrá observar de un pico de precios en los años 2011, 2012, 2013 cuando el precio del crudo se mantenía sobre los 100 dólares el barril, los ingresos fiscales fueron los más altos. Así, en el 2012 las regalías abonadas llegaron a sumar a los 6,394 millones de soles y el impuesto a la renta pagado alcanzó los 2,253 millones.
Sin embargo con la caída de la producción de crudo y los menores precios internacionales del petróleo también se derrumban, como se podrá observar en el cuadro respectivo, los montos pagados por regalías y el impuesto a la renta. Así, para el 2016 las regalías fueron de 2,641 millones de soles lejos de los 6,394 millones captados en el 2012 sobre todo por las regalías de Camisea.
Igualmente para el 2016 se tira al piso el impuesto a la renta pagado por las empresas en actividad. De ser 2,253 millones de soles en el 2012 se derrumban en el 2016 a la ridícula suma de 422 millones de soles.
Con una producción apenas superior a los 40 mil barriles diarios y precios deprimidos del crudo en el 2016 debiera ser explicable que el estado capte menores ingresos, impuestos y regalías-
Por último al igual que el sector minero, pesquero las empresas petroleras que desarrollan actividades de exportación, pues a pesar del déficit de la balanza comercial de hidrocarburos se exportan crudo pesado, superavitarios petróleos industriales, gas natural proveniente del lote 56 y nafta.
En tal sentido, una rebaja de las tasas de regalías pondría en riesgo el financiamiento del canon y sobrecanon petrolero, pues las regalías constituyen el ingreso principal que obtiene el estado por la explotación de hidrocarburos, a pesar de la tendencia decreciente como se podrá observar en el cuadro.
Un escandaloso entreguismo
En verdad, la pretensión de las empresas mercantilistas acostumbradas al lobby y a los beneficios tributarios, que no han realizado inversiones de riesgo en los últimos 25 años de vigencia de la ley de hidrocarburos, ahora pretenden a través de negociaciones indebidas con PerúPetro pagar menores tasas de regalías además de la prórroga contractual.
Para ello tienen en PerúPetro un organismo complaciente, servil con el lobby empresarial que pretende graciosamente una prórroga contractual de 30 años adicionales para los contratos próximos a su vencimiento, y una rebajita en las tasas de regalías, para ello artificialmente proponen una producción básica que pagará la vieja tasa de regalías y una producción incremental que abonaría el 5 % de regalías.
En conclusión, los contratos se firman para ser respetados y lo conveniente para el interés público es que los contratos próximos a su vencimiento sean licitados para asegurar la presencia de empresas que asuman las inversiones de riesgo que se expresa en el número de pozos exploratorios realizados.
El país debe apostar por la competencia, las licitaciones públicas pues las negociaciones directas para asignar contratos, se prestan a suspicacias y arreglos bajo la mesa. Todavía está cerca la negociación directa del contrato de exportación del lote 56 que se asignó sin licitación con casi dos trillones pies en reservas de gas natural y 200 millones de barriles de condensados. Por ello, este lobby empresarial y sus pretensiones no deben ni pueden ser legitimados, sería un escándolo superior a la PÁGINA ONCE.