Por Alfredo Palacios Dongo
Nuestro país cuenta con un asombroso potencial para producir energías renovables no convencionales (eólica, solar, biomasa, geotérmica, mareomotriz) las cuales provienen de fuentes naturales inagotables, sin embargo, solo 3% interviene en la matriz eléctrica nacional (principalmente eólica y solar), el resto lo cubren hidroeléctricas mayores de 20 MW (70%) y termoeléctricas (27%) cuyos componentes son vulnerables al cambio climático. Según la consultora EY (Ernst & Young), en el ranking Índice de Atractivo de Energía Renovable (RECAI) 2018, nuestro país retrocedió tres puestos respecto a 2017, sin embargo en Latinoamérica somos el quinto país más atractivo para inversiones es energías renovables (eólica en Ica, Piura y Lambayeque, solar en Cajamarca, Puno Tacna, Arequipa y Moquegua, y geotérmica en zonas volcánicas del sur).
Marcona (Ica) nuestro primer parque eólico de 4 actuales
Según el Ministerio de Energía y Minas, actualmente está preparando un marco regulatorio atractivo (recién después de 10 años) para que empresas privadas puedan competir en mejores condiciones con el resto de tecnologías convencionales sin requerimientos de subsidios ni ingresos garantizados como establece la normativa actual, mejorando las contrataciones y no usando necesariamente el mecanismo de subastas, todo esto para que se animen a invertir en energías renovables.
Desde hace más de 10 años, el DL 1002 (2 mayo 2008) declara de interés nacional y necesidad pública el desarrollo de generación eléctrica mediante uso de recursos energéticos renovables no convencionales, además, establece en 5% su participación (actualmente solo se bordea el 3%) y su promoción debe desarrollarse mediante subastas (en 10 años solo se realizaron cuatro) fomentando la competencia entre postores y privilegiando el mejor uso de las fuentes de energía.
Bajo este panorama a pesar de su importancia y potencial explotable, las energías renovables en nuestro país tienen muy baja participación en la matriz energética nacional debido a una falta de visión de futuro (estudios científicos señalan que las energías renovables sustituirán en el futuro a los combustibles fósiles), actualmente el alcance de energías renovables en el país es limitado y con poco valor relativo, no existe un plan nacional de energías renovables ni políticas que marquen un rumbo claro sobre su futuro y que proyecte nuestra matriz hacia una transición energética sostenible. Deberíamos acelerar el fomento de generación eléctrica con recursos renovables, incrementar su cuota a 10% o 15% para ampliar la participación de tecnologías de este tipo de producción eléctrica, promoviendo la eficiencia y seguridad energética y la conservación del medio ambiente.
Expreso, 21.07.2108