Ante la notable escasez de gasolina en las últimas semanas en Venezuela, debido en gran medida a la difícil situación económica de PDVSA y del país en general, hay quienes de nueva cuenta piden un aumento del precio de la gasolina. Pudieran tener algo de razón en su planteamiento, pero lo que no toman en cuenta estas personas es que el aumento en el costo del combustible, en el marco actual de la economía venezolana, no haría sino empeorar el panorama nefasto, caracterizado entre otras cosas, por la brutal hiperinflación y la pobreza y miseria galopantes. Más aún, sería peor la situación si se elevara mucho el precio de la gasolina, tal como piden a gritos algunos ciudadanos, quienes aseguran que hay gente que pagaría lo que sea con tal de que haya abundancia de este líquido, y no calarse más las largas ‘colas’ en las estaciones de servicio. Bueno, eso suponen.
Y entonces surge la pregunta: ¿acaso quienes piden este aumento no conocen la realidad actual en Venezuela, se hacen los locos o simplemente son unos tarifados-enchufados del poder representado por las élites política, económica y militar?, ¿cómo es que no toman en cuenta que todos los días el sector comercial-empresarial está subiendo indiscriminadamente los precios de los alimentos y otros rubros, justificando tal accionar con cualquier excusa?, ¿será que piensan que el aumento del precio de la gasolina, por bajo que sea, no influirá en la subida de los costos de diferentes rubros? Verdaderamente sería una estupidez mayúscula subir el precio de la gasolina en Venezuela en medio de la situación económica actual, de debilidad notable, dependencia extrema, sanciones y bloqueos internacionales, ya que evidentemente contribuiría a agudizar el descontrol de los costos de absolutamente todo. Además es estúpido creer que hay mucha gente dispuesta a pagar lo que sea por una gasolina vendida sin hacer ‘colas’, suponiendo que en verdad la subida en el costo del combustible asegure la disponibilidad suficiente del mismo.
Rubén Alexis Hernández