Alfredo Palacios Dongo
 
Petroperú, empresa petrolera estatal de derecho privado, que en los últimos años viene cambiando de presidente de directorio en promedio cada 6 meses, tiene desde el 16 de abril pasado como nuevo presidente a Carlos Paredes, quien resaltando las deficiencias de sus antecesores manifestó que la empresa está muy lejos de cumplir con los exigentes estándares de gestión y gobierno corporativo, además ha hecho declaraciones que denotan una mala gestión y manejo y hasta ha adelantado que “pronto saldrán a la luz” casos de corrupción dentro de la empresa, está evaluando paralizar el Oleoducto Norperuano si no mejora su producción y ha reconocido que la empresa está sobreendeudada por la construcción de la refinería de Talara (a pesar que un objetivo estratégico principal de Petroperú es su sostenibilidad financiera), según la Superintendencia del Mercado de Valores tiene una deuda a largo plazo de US$ 4,200 millones y para cancelarla necesitaría unos 30 años.
 
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Costos de la Refinería de Talara endeudan a Petroperú
 
Actualmente Petroperú está trabajando con 95% de deuda y evalúa la venta en 2020 del 15% de sus acciones en colocación privada, también vender las unidades auxiliares de la refinería, además, Paredes osadamente plantea que el Tesoro Público asuma US$ 1,000 millones de dicha deuda para que ésta no sea pública sino del Tesoro Público, según él, permitiría acceder a tasas de interés más bajas y generar ahorros al Estado. Algunas clasificadoras de riesgo califican el crédito corporativo a largo plazo de Petroperú en BBB (capacidad para cumplir sus obligaciones financieras pero con condiciones económicas adversas que pueden debilitar su capacidad de pago), en caso Petroperú tenga dificultades financieras, así sea por mala gestión o mal manejo, el gobierno deberá proporcionarle apoyo financiero con el dinero de todos los peruanos.
 
Bajo este panorama la situación de Petroperú se explica por el financiamiento para la Refinería de Talara que increíblemente aumentó en casi 10 años (octubre 2008 a febrero 2018) más de 6 veces su valor, de US$ 800 millones en el proyecto inicial (octubre 2008), elevándose a US$ 3,500 millones (mayo 2014) al suscribirse el contrato con Técnicas Reunidas (este contrato no fue divulgado hasta 2017), llegando finalmente en febrero 2018 a US$ 5,000 millones (S/.16,224,345 millones) según acuerdo del directorio de Petroperú 014-2018. Esta cifra, por incertidumbre en la determinación del valor final del proyecto (gastos adicionales, ajustes en obras complementarias, montajes, retrasos, intereses) podría incrementarse hasta que la refinería inicie sus operaciones, según Petroperú en febrero 2021.
 
Expreso, 07.09.2019