planta TalaraLa refinería de Talara parada por 14 meses

Por Jorge Manco Zaconetti

El sector de hidrocarburos siempre es noticia, más si tenemos un presidente del directorio de PetroPerú que está en una campaña, en una “lucha a muerte contra la mega corrupción existente en la petrolera, “persiguiendo las boletas o facturas” de sindicalistas supuestamente adulteradas en los viáticos otorgados.

 

Estos viáticos constituyen una práctica de vieja data, una especie de “amancebamiento” entre la empresa y los dirigentes de los sindicatos de provincias, para justificar el traslado, alojamiento y alimentación en las negociaciones colectivas que por la falta de propuestas de parte de la empresa, se alargaban varios meses, todo ello en el marco del derecho laboral y los acuerdos colectivos.

Como un abanderado y adalid de la anticorrupción en la principal empresa de la economía peruana ha cursado más de 40 cartas de pre despido a trabajadores y directivos por estar comprometidos en supuestas prácticas corruptas, las cuales se debe suponer están debidamente sustentadas, de lo contrario serán repuestos más tarde, con los sueldos y salarios dejados de percibir más devengados. ¡Esto parece más bien un psicosocial para encubrir problemas mayores!

En verdad, si esta es la principal preocupación se podría decir que “la pita se rompe por el lado más débil”, y el disparo le saldrá por la culata al locuaz directivo por la responsabilidad compartida entre las gerencias legales y de recursos humanos, que no se pueden lavar las manos impunemente.

En todo caso, habría que distinguir entre faltas administrativas que deben ser sancionadas e ilícitos penales, que deben ser castigados con todo el peso de la ley. No sé cuántos abogados laboran en PetroPerú, pero son muchos, pero tengo conocimiento que la mayoría de casos, procesos, y consultas legales se tercerizan a reputados estudios, abultando los costos de servicios de terceros.

FIERRO A FONDO CONTRA LA CORRUPCIÓN

refineria de TalaraAl margen de las noticias efectistas lo que debiera interesar al país, es establecer una “Comisión Investigadora en el nuevo Congreso de la República” sobre los sobrecostos en el Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara, bajo responsabilidad de PetroPerú en el período 2012 a la actualidad. Lo mínimo que se debe saber por transparencia es definir ¿Cuánto ha de costar el proyecto finalmente incluyendo el repago de la deuda más intereses, y cómo se ha pagar?

A ello debiera agregarse, la investigación sobre las diversas decisiones que se tomaron en el directorio de PetroPerú, con un presidente que era al mismo tiempo gerente general, para impedir por ejemplo la participación accionaria de PetroPerú con el 25 % de las acciones en los lotes III y IV, a pesar de los informes favorables de la gerencia legal y de la gerencia de exploración/ explotación de la petrolera estatal, que fueron presionados a cambiar sus informes respectivos por el presidente y gerente general.

¡Dignamente dichos funcionarios mantuvieron su correcta posición inicial y fueron despedidos y/o renunciaron a la empresa!

Todo ello sucedió en el período del inefable Ex Comandante (PNP) Germán Velásquez Salazar, que contra viento y marea bloqueó la posibilidad de participación de PetroPerú en estos rentables lotes. Este ignaro personaje como docente de la Escuela de Negocios de ESAN era y es un convencido de las bondades de las privatizaciones, sin embargo como favorito de la corrupta pareja presidencial Humala & Heredia, aceptó la responsabilidad de dirigir a la petrolera estatal. ¿Cuánto le costará a la empresa y al país las decisiones de un inepto funcionario que debe ser investigado?

Hoy dichos lotes ubicados en Talara están bajo la absoluta responsabilidad de Graña y Montero Petrolera, y fueron transferidos por PerúPetro en un cuestionado proceso, pues hasta los pozos “perforados de desarrollo” realizados por terceros, es decir subcontratistas de los lotes I y V le fueron atribuidos a Graña Petrolera para que pudiera calificar en el proceso concursal. ¡Todo PerúPetro sabía de estas prácticas mañosas!

Es más, a PetroPerú una empresa que factura por encima de los S/ 16 mil millones de soles por ingresos anuales, y que satisface en promedio el 50% del mercado de combustibles, se le negó la calificación como empresa petrolera con el fin de favorecer a los privados, todo ello según la agencia de contratos PerúPetro, que hoy al igual que ayer juega para favorecer a las empresas privadas del sector, como bien lo sabe el Ing. Seferino Yesquén. ¡Increíble pero cierto!

Por tanto, negada la participación de PetroPerú en los rentables lotes III y IV y transferidos a Graña Y Montero, que dicho sea de paso controla además los lotes I, y el V próximos a su vencimiento, prácticamente la empresa privada se ha sacado la lotería.

Todo ello merece una explicación y una investigación de la Contraloría de la República, pues ya sabemos cómo se hacen los negocios con José Graña Miró Quesada, principal accionista individual del grupo “El Comercio” “Gestión” “Correo” etc., comprometido en la corrupción de Odebrecht y el Gasoducto del Sur hasta las orejas, y que últimamente ha tenido la osadía de demandar al Estado peruano ante el CIADI.

IRRESPONSABLE DEMORA

Por las noticias de sus máximos responsables la principal unidad de PetroPerú, la Refinería de Talara estará de parada catorce meses desde el 1º de enero hasta el primer trimestre del 2021, producto del período de pruebas a las cuales será sometidas las diversas operaciones de la modernizada refinería, y el ensamble con las unidades complementarias.

A ello se agrega que la unidad principal que está en un avance del 80 % estará terminada a mediados del próximo año (2020), y se debe esperar el término de las inversiones auxiliares y complementarias, que estarán recién terminadas en el primer trimestre del 2021, que dicho sea de paso son más rentables que la refinería en sí misma, por ello el actual presidente pretendió transferirlas al sector privado, supuestamente para hacer caja.

Es decir, entre enero del 2020 hasta los primeros meses del 2021, la Refinería de Talara no estará operativa para levantar la nueva refinería y articular las inversiones auxiliares. ¿Cuál es el costo económico para el país de esta larga paralización?

Lamentablemente entre abril del 2015 a junio del 2016, es decir bajo la responsabilidad del Ex Comandante de la PNP que se reportaba periódicamente con la pareja presidencial Humala & Heredia, se dejaron de lado las licitaciones convocadas para hacer realidad las inversiones auxiliares y complementarias, sin las cuales no arrancan las operaciones de la moderna refinería.

Esta irresponsable demora en la licitación para las inversiones complementarias y secundarias del Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara, ocurrida en el gobierno pasado, le pasará la factura a PetroPerú y al país, pues los sobrecostos en última instancia las asumiría el consumidor de combustibles. ¡Esta es la corrupción que debe investigarse a fondo al margen de la supuesta corrupción de dirigentes sindicales!

Esta innecesaria demora de dichas inversiones auxiliares sin las cuales no puede arrancar la moderna refinería de Talara, según las propias declaraciones del Sr. Carlos Paredes, le iban a costar a la petrolera estatal US $ 1.1 millones de dólares al día (léase un millón cien mil dólares diarios), que por los meses adicionales a la parada de la refinería modernizada, que estará operativa a mediados del 2020, y la articulación con las obras auxiliares y complementarias que recién estarían terminadas en el primer trimestre del 2021.

Ello ha de significar millonarias sumas adicionales de las cuales aparentemente nadie es responsable. Es decir, existe un desajuste, entre la refinería en si misma con las operaciones auxiliares. ¿ Ello cuánto significa en sobrecostos económicos y financieros por la falta de decisión en las gestiones anteriores?

Si las estimaciones del máximo representante de PetroPerú son correctas habría un sobrecosto de US $ 401 millones de dólares adicionales que tendrá que asumir la petrolera, por la demora en la construcción de estas inversiones, que aparentemente ni control previo, ni las gerencias de PetroPerú destacan, y se contratan estudios para investigar la “gran corrupción en las liquidaciones de los viáticos de los dirigentes sindicales”. ¡Cosa veredes en la vida Sancho!

EL MERCADO ESTÁ CUBIERTO

El mercado de combustibles es altamente sensible y políticamente inflamable, de allí la importancia estratégica de tener una empresa petrolera estatal que cubre en promedio el 50 % del mercado interno de combustibles con menores exportaciones de residuales y algo de gasolinas.

El cuadro respectivo “ PetroPerú: Aumentan las Ventas Totales en el Mercado Interno” en el período 2012 al 2018, expresado en miles de barriles por día calendario, sirve como ilustración de la importancia de tener una petrolera estatal en el abastecimiento interno, a lo largo y ancho del país.

En la práctica desde el 2010 cuando se hace obligatorio el consumo con combustibles limpios en especial el diesel 2 con 50 partes por millón de azufre, el grueso de este derivado es importado, es decir comprado en el exterior a precios internacionales, con los costos adicionales de flete y seguro entre otros.

Resulta evidente que este derivado del petróleo ha transitado en las ventas de PetroPerú de los 50,800 barriles diarios a los 71,800 barriles diarios, donde prácticamente más del 90 % de dichas ventas son producto de las importaciones. Por tanto, con la paralización de la refinería de Talara, el efecto es casi nulo pues se seguirá comprando volúmenes crecientes de este derivado que se ha convertido en la columna vertebral del mercado de combustibles.

En tal sentido, como señala el gerente general de la petrolera estatal Carlos Barrientos, un allegado al locuaz presidente del directorio, el mercado está asegurado: “La parada es, prácticamente, de un año ( Según el presidente será de 14 meses). Pero nosotros tenemos capacidad de almacenamiento bastante importante en nuestras sedes, por lo que garantizamos el abastecimiento de combustibles a nivel nacional” EL Comercio 18/09/19

Según el presidente del directorio “La vieja refinería deTalara dejará de operar el 31 de diciembre de este año. Todo el 2020 y parte del 2021 no va operar. Esta medida pone mucha presión en las finanzas de la empresa, pero era algo previsto en el cronograma de inversión” El Tiempo de Piura 9/12/19

Sean 12 o 14 meses la paralización del principal activo de PetroPerú hay un sobrecosto económico y financiero que debe tener responsables por el bien del país, que el presidente de PetroPerú debe explicar así no sea su responsabilidad directa bajo su gestión. Ello le ha de costar millones de dólares a la petrolera estatal y en última instancia a los consumidores.

 

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EPÍLOGO

Es verdad, que la edad promedio de los trabajadores de PetroPerú bordea los 60 años, en una empresa que hasta su exclusión del proceso de privatizador (2004) y la ley de fortalecimiento (2006) ha estado al límite, al “borde de la muerte” a pesar de su importancia estratégica en el abastecimiento de combustibles, probada rentabilidad, y de los lesivos contratos promovidos por los gobernantes de turno, cada cual más corrupto.

Si no fuera por la lucha de los trabajadores de Talara en 1996 en contra de una irracional privatización, una vez transferidos los lotes petroleros, la Refinería La Pampilla, las filiales como Solgás, Transoceánica, Petrolube, los terminales en especial el más importante el del Callao, prácticamente PetroPerú como empresa no existiría como tal, y Carlos I no sería presidente.

Por ello, lo mínimo que merecen los trabajadores en su conjunto y sindicalizados en especial es respeto, consideración y agradecimiento del país, pues gracias a su esfuerzo y trabajo la vieja refinería de Talara y las diversas unidades Conchán, Iquitos, Oleoducto, Edificio Principal han cumplido con asegurar el abastecimeinto de combustibles.

Asegurar el término de la modernización de la Refinería de Talara en el menor tiempo posible, apostar por la integración vertical de sus operaciones, transparencia en las cuentas y una lucha contra la corrupción a todo nivel es un imperativo moral y una demanda nacional.