En el país de los incas, maestros en la domesticación de plantas y animales, protectores del pueblo peruano al que amaban y protegian, se produce un delincuencial y expropiatorio encarecimiento de la quinua, atentado que es obra de políticos corruptos y hambreadores y de empresarios corruptos y saqueadores.
Con grave irresponsabilidad, algunos personajes de la política y el empresariado y otros mercachifles corruptos y arribistas han estado pregonando a los cuatro vientos que la quinua es el alimento más completo, que es una solución para el problema de la desnutrición, etc., y que el Perú contribuirá a luchar contra el hambre mediante la exportación de la quinua1; ¡no les interesa la extendida desnutrición infantil que reina en el Perú! ¡Para ellos no tiene validez el dicho “La caridad empieza por casa”!