Escapes en intento de detener fuga de petróleo en el Golfo de México
Todavía no se puede dar por terminada la tarea de sellado de las fugas detectadas tras la colocación de la campana con la cual es esperaba contener el derrame del petróleo de una plataforma de petróleo de British Petroleum (BP) en el Golfo de México.
El Gobierno de los Estados Unidos solicitó a BP mantenerse en alerta ante cualquier anomalía y autorizó a la empresa petrolera a que haga nuevas valoraciones del derrame, que ya lleva cerca de 90 días de esfuerzos por que todavía resultan dudosos.
El Gobierno de los EE. UU. expresó este lunes su preocupación por la fuga detectada cerca de la plataforma donde se originó el 22 de abril el derrame y pidió a BP prepararse para la posible reapertura de la abertura principal que ahora está sellada.
Thad Allen, almirante al frente de la respuesta del Gobierno en este derrame, envió la noche de este domingo una carta al director general de BP, Robert Dudley, en la que afirmaba que es "primordial" el observar el suelo marino tras la detección de la fuga cerca del pozo así como "anomalías no determinadas" en la cabeza del mismo.
La carta solicita además a BP que notifique al Gobierno cualquier fuga en el plazo de cuatro horas de su detección. No obstante, consideró esta tarde que las fugas detectadas no afectan a la campana colocada.
La semana pasada BP instaló la campana metálica sobre la fuga de crudo al mar que actúa como una especie de tapón y se han realizado una serie de pruebas para conocer si la presión del pozo está en buen estado.
Allen explicó que los niveles de presión son inferiores a lo previsto e indicó que es necesario hacer trabajos adicionales para entender los motivos. El temor del Gobierno es que la campana pueda provocar que el petróleo fluya por otros puntos si la estructura del pozo es frágil.
El gobierno estadounidense autorizó a BP a emprender, por otras 24 horas, nuevas pruebas de la clausura del pozo submarino, luego de descubrir una posible pérdida de metano en el fondo marino.
Allen precisó que la prórroga de las pruebas fue decidida luego de una reunión este domingo entre los técnicos federales y los del grupo petrolero británico, respecto a los riesgos de una nueva fuga de hidrocarburos.
Los ingenieros que monitorean el pozo "Macondo" de la BP en el Golfo de México detectaron una filtración en el fondo del océano que podría indicar algún problema con el tapón colocado en el pozo para que deje de derramar crudo a las aguas.
Investigadores estadounidenses afirmaron el miércoles que el derrame de crudo ha alterado la red alimenticia marina en vista de la contaminación y la muerte de varias especies y forzar el crecimiento de otras que se han adaptado a vivir en un hábitat alterado.
Entre los afectados están los organismos que sirven de alimento a las tortugas marinas, que han muerto a causa del derrame de petróleo. En los cangrejos en crecimiento que forman parte del alimento de peces, tortugas y aves marinas, se ha detectado gotas de petróleo en su cuerpo, mientras aumenta la cantidad de microorganismos que consumen parte del crudo y gas.
BP debe enfrentar miles de demandas por daños. Movimientos ecologistas estadounidenses realizan en la actualidad una intensa campaña para que la tragedia no sea olvidada, mientras que Washington trata de lograr el incremento de las medidas de seguridad para continuar la exploración y explotación de petróleo en aguas profundas.