Tamer Sarkis Fernández (*)
Presento el enlace al Programa "Qué Pasa en el Mundo" del día 27 de junio de 2012 en Contrabanda FM (Barcelona).
El programa radiofónico ha sido un monográfico sobre las relaciones entre Turquía y Siria y su desarrollo, y en relación a cómo el Hegemonismo alienta al expansionismo turco, mientras la propia Turquía necesita por su cuenta tal expansionismo a fin de paliar la contradicción antagónica entre:
(1.er Polo de la contradicción) la insolvencia relativa de su mercado interior: los salarios medios son alrededor de 200 euros en el “mundo laboral privado” y administrativo “de base”, siendo, además, muy dispersa esta Media estadística, mientras son de unos 400 euros entre los cuadros funcionariales medios;
Y (2.o Polo de la contradicción) el gran desarrollo productivo de capitalización PROPIA que Turquía lleva protagonizando a lo largo de los últimos treinta años. Eso lleva a esa república a colisionar con Irán; otra potencia productiva, con más de un 3% de propiedad real iraní sobre el valor mercantil total mundial, gran exportador de petróleo (China, UE...), y potencial exportador regional de Fuerzas Productivas. Perspectiva, ésta última del crudo, que se redobla más si cabe, de la mano del actual desarrollo persa de capacidad alternativa energética —nuclear— a la petrolífera (lo que da a los iraníes un saldo virtual aún mayor).
También colisiona Turquía con Rusia por la hegemonía sobre Centro-Asia, siendo esta contradicción aprovechada por el Hegemonismo USsionista, quien anima al expansionismo que sería contenedor de Rusia y plantaría Estados-tapón hostiles —protectorados turcos— en lo que fueron las fronteras mismas de la extinta URSS. Rusia siempre fue y es para Turquía la encarnación del infiel, e incluso del pagano (Zar es la rusificación de la voz latina César), y ha sido fácil para el hegemonismo yankie convencer a Turquía de colaborar en poner un cordón de nuevos satélites del neootomanismo como broche de sujeción alrededor del cuello de Rusia (algo que salta ahora a la palestra de lo casi evidente para los analistas, pero que viene de largo: recordemos el rol turco en Chechenia, y, antes, en Nagorno Karabakh).
Llegando incluso un poco más atrás, podríamos hasta recordar las promesas otomanas de hacer el “Kurdistán” a los kurdos si estos les hacían de sicarios en su genocidio programado —y muy desconocido hasta ahora— de la entonces población armenia cristiana. Los kurdos se aplicaron, pero los turcos no cumplieron, y así hasta que el imperio inglés, heredero del despedazamiento postbélico (1918) de aquel “Hombre Enfermo” (denominación que se hacía al imperio otomano), volvió, con sus Sirs y sus Lores, a prometer a los kurdos el Kurdistán si estos hacían de lugartenientes de compresión contra los árabes. Y así, unos y otros herederos imperiales, hasta culminar en la autonomía vasalla de USA en el norte de Irak actual y así mismo en la llamada “Asamblea Nacional del Kurdistán”, con despachos en los EE. UU., desde donde la pretendida “Asamblea” viene cada jornada llamando a Israel a ponerse a aplicar militarmente su Plan de disección falsamente “étnica” de Siria en lo que esos kurdos llaman una “Federación de Estados” micro: nuevos Bantustanes-Tapón para el aparato sionista. En este punto sí se entienden esos kurdos con los grandes matarifes de su propio pueblo —el Estado turco—, y se frotan juntos las manos, los primeros pensando en las remodelaciones de los mapas y los segundos pensando en cortar la cooperación árabe-iraní y escalar así muchas cuotas hacia la hegemonía sobre el Oriente Árabe.
Si apuramos, la óptica arrastra su mirada hacia China y al azuzamiento ingenieril político-social de “movimientos” mal llamados “étnicos” en territorios con parte de población musulmana. El caramelo mostrado a Turquía es, en cualquiera de estos escenarios, más que goloso, y concordante a esos derroteros había hablado un destacado político turco cuando hace pocos años había manifestado oficialmente que “Turquía es una gran Potencia, cuyas fronteras abarcan desde el Mediterráneo —refiriéndose al Egeo e incluso al Adriático—, hasta el Mar de China”. Cabe apuntar que los turcos son un pueblo emparentado con los mongoles, cuyo origen territorial está ubicado en la China más septentrional y en la Siberia colindante.
Por lo demás, la extensión territorial de la operación no se detiene en Asia Central ni en Extremo Oriente, sino que vira hacia el Mashrek y Oriente Medio, lo que nos remitiría a la Primavera Árabe y a su funcionalidad en la racionalidad englobante de cerco a Rusia.
En verdad varios Estados centroasiáticos, boyantes y de mercados en proceso de alcanzar gran solvencia, además de consumidores notables de capitales físicos (son demanda) para sus propias magnas obras de infraestructura, urbanización..., resultan ser Estados que se han apegado a Rusia (a través de co-signar o implicarse en el Acuerdo de Shanghai), aunque algunos son la ambigüedad hecha política y dan una de cal y otra de arena (sin ir más lejos, el coloso Kazahstán, al que incluso los EE. UU. intenta ganarse).
Aunque la respuesta por parte de Kazahstán es —tal y como ocurre en los aliados de EE. UU. del Asia-Pacífico—, pedirle a los yankies la contraprestación de poder respirar con menos ligazón financiera y política a cambio de abrir los territorios al posicionamiento militar de la US Army al gusto de la directriz de Hillary Clinton “Look towards Asia” —Miremos hacia Asia— y de la Doctrina Obama (Programa en la sombra, luego verbalizado a la luz, de militarización de los EE. UU. sobre la geografía mundial, del Paraguay a Filipinas, pasando por Georgia y por la reciente batería falazmente “defensiva antimisiles” inserta en Finlandia).
Turquía no puede permitir la adhesión en la órbita rusa de los territorios centroasiáticos, con los que reúne un potencial de reciprocidad y enriquecimiento y cooperación colosales (pasado común, lengua por ejemplo con el Turkmenistán y con importantes porciones demográficas y sectoriales en Cáucaso, mayorías turquemanas en la extinta URSS caucásica, diplomacia, vínculos de antepasados, etc.). Así, pues, Turquía aprovecha su potencial de movilización ideológica (sunnita y ramificaciones) y por supuesto mediático, además de clerical, para movilizar huestes religiosas ubicadas en todo el islam y en el mundo árabe, "contra el Ruso Ateo", y pretenden lanzarlos contra Rusia.
Pero, tácticamente, antes los lanzan unilateralmente contra Siria, por ser Siria un país que se opone a las pretensiones de redominación neootomana a costa de la unidad del potencial de desarrollo conjunto árabe en soberanía (ideología del Panarabismo en choque con la Turquía neoimperial). Y, más profundamente a ser “Imperial” a la antigua usanza, se trata de una Turquía imperialista emergente, pero inconclusa en tal aspecto por no tener aún la política atada que le permita exportar según su potencial-necesidad ya hoy fáctico y apremiante en cuanto a exportaciones, tal y como muestran los datos e índices económicos.
Esta confluencia de necesidades propias y ajenas hace del Estado turco, ya por su misma ubicación geopolítica, el perfecto perro de presa en avanzadilla posicional y entrista hacia el interior de fronteras —antes contra la URSS—, y ahora contra el ariete ruso-chino del Bloque ascendente (Acuerdo de Shangai). Turquía: miembro de la OTAN, con una “democracia” representativa vigilada por un Ejército al que la Constitución reserva perpetuo Derecho a Pretorianismo (golpismo “de restitución”). El hegemonismo juega a permitir a los Dirigentes turcos hablar sin tapujos de restituir el Imperio Otomano —con forma política califal en boca de ciertos de ellos—, mientras el Primer Ministro turco ha sido recientemente recibido en Egipto por la Hermandad Musulmana, con honores y nomenclaturas de califa.
Contra la Propaganda sin precedentes vertida en contra de Siria, y adversamente a sus seguidistas “de buena voluntad”, quienes repiten como el eco incluso entre nosotros, es radicalmente falso que Siria intentara promover “la guerra” con Turquía —o los vientos de guerra y el temor colectivo a ella— a fin de “echar balones fuera” con respecto a una disidencia interior “rebelde” por lo demás ficticia y grosero hollywoodiense invento, tal y como muestra la realidad y la participación popular de resistencia a la “guerra” (campaña y operativo) real de agresión que sufrimos los sirios.
Es más: Siria trata de agarrarse a un clavo ardiendo para salvar, a pesar de los pesares, las relaciones con Turquía, y ha ido de cabeza en colaborar —en misión conjunta con Turquía e invitando a sus efectivos a operar dentro del litoral sirio escenario del evento— en las tareas de búsqueda del avión turco y de sus pilotos.
Los sirios ponemos la otra mejilla, una vez más —con todo nuestro derecho a calcular esta postura desde el punto de vista estratégico—, frente a lo que ha sido ni más ni menos que una violación del espacio aéreo sirio en una maniobra aérea me temo que de espionaje, o bien de distracción a la vigilancia costera y antiaérea mientras así lograban ser disfrazadas por unas horas las continuas entradas de armamento y hombres por mar.
Piénsese que el Gobierno sirio logró desde hace meses controlar al menos parcialmente la frontera terrestre turco-siria, de modo que los planes agresores de incursión se concentran más bien en tratar de abrir brechas por mar y por aire. Respecto de la falsificación imperialista-mediática en España —para empezar en medios “izquierdistas” del tejido “cívico” social-imperialista—, quienes han repetido estos últimos días la “tesis” de las aguas internacionales o bien la “tesis” del suceso “de frontera”, sólo [cabe] llamar a la razón del oyente o del lector: el avión aparece a 2 km a la vista de unas baterías antiaéreas no dotadas de radar, y quienes por ende no pueden detectar hasta entonces al aparato; ¿qué aguas internacionales son esas? El avión, tal y como muestran sus daños en cola, no fue derribado con ningún misil. Fue derribado con las ametralladoras antiaéreas, cuyo alcance de disparo no supera el máximo de 2,5 km. ¿De qué frontera hablan los medios de prensa dominantes? El pueblo de Kaassab está dentro de Siria, y por consiguiente todo lo situado al sur litoral de éste.
En su reciente comparecencia ante rueda de prensa de todo el mundo, el portavoz sirio Makdisi ha recalcado los vínculos entre los pueblos turco y sirio, así como el apoyo extraordinario que en la calle el Pueblo turco ha mostrado hacia Siria y hacia su drama nacional ocasionado por el imperialismo y por el propio Estado turco. Por supuesto que el político sirio ha añadido con toda justeza que el Estado turco protoimperialista intenta manipular de modo perverso el respetable sentimiento nacional de ese pueblo milenario, y que es fruto de la tradicional relación de sincretismo entre turcos y territorios de establecimiento de esos viejos nómadas asiáticos.
Desde Turquía salen los mercenarios que atacan días y días a los campos de refugiados palestinos, imputando a posteriori los ataques al Ejército Árabe Sirio; y con la colaboración de Hamas en la mentira, cuyos líderes se han alineado con Turquía, para azuzar así el fuego entre los palestinos y tenerlos contra Siria. Y aun así, anteayer esos Escuadrones de la Muerte han asesinado en Damasco a un dirigente de Hamas que se salió del guión impuesto por la Línea Dominante en su organización, y quien estaba mostrando desde Siria su solidaridad con el país (país que por su parte ha acogido a los palestinos a centenares de miles y que protege dentro de sus fronteras a la auténtica Resistencia palestina del FPLP y del FDLP, además de a su brazo político maoísta). El consecuente y noble disidente dentro del propio Hamas actual, fue decapitado, llevando el asesinato el sello de estos mercenarios cripto-sionistas, financiados por Israel ahora también en Líbano, donde tratan de debilitar a Hezboláh y de sembrar el principio de una confrontación civil que sirva de coartada a completar la invasión ONU que se remonta ya a 2006. ¡Qué casualidad que estos mercenarios se hayan hecho fuertes en el Sur de Líbano, y concretamente en Sidón, ciudad “reclamada” por el delirio sionista del mítico y fabulado “Israel bíblico”!
A todo eso que expongo, sumar toda la formación y adiestramiento que a supuestos yihadistas ha prestado Turquía en sus pseudocampos de refugiados”, auténticos campos para el lanzamiento hacia Siria vía fronteriza de esta genuina segunda contra nicaragüense que sufrimos los sirios.
No sé cómo se puede tener la insolencia de lanzar la “tesis” de que Siria jugaría la carta “alienante” del “supuesto Enemigo Exterior cabeza de turco”, cuando la realidad es que el enemigo exterior real —nada menos que el hegemonismo con toda su estructura clientelar descendente— no falta precisamente..., y que Turquía lleva más de un año ensayando una provocación tras otra, teledirigida por sus Amos que esperan el pistoletazo de salida para mancharse ellos mismos explícitamente las manos. Se trata de provocaciones de guerra, a las que Siria, si hubiera respondido como cualquier Estado del Mundo haría en las mismas circunstancias, se expondría inmediatamente a que la ficticia “Comunidad Internacional” la imputara a ella como “agresora”; y ya tendríamos la “guerra” directa sobre la mesa entre los ejércitos respectivos.
Y, aun no habiendo caído Siria en esa telaraña, como legítima y justamente podría haber hecho lanzando su autodefensa en toda regla, Siria no se libra de que algunos desde aquí algunos distorsionadores de la realidad digan que “Siria ha arrojado el guantelete de la guerra a Turquía” (¡!): justo al revés, y Siria se niega a hacerles el juego de recogerlo.
De hecho, razón suficiente para ponerse firmes, sería la posesión por Turquía de un buen pedazo de la Siria noroccidental (Iskandarona con su capital, Antioquia), Provincia que les fue “cedida” por los demoimperialistas franceses, previo simulacro plebiscitario, con la condición de que Turquía no participara del lado nazi en la 2.a Guerra Mundial. En 1920 los colonialistas franceses proceden a diezmar la Siria histórica en una multiplicidad de territorios políticos administrados, quedando Iskandarona como protectorado semiindependiente. En 1938 idean el Plan de transferencia a Turquía. En 1939 Francia y Turquía ya han entrado en conversaciones, y se llegó al acuerdo de “neutralidad” por tierras. Era en ese momento sin lugar a dudas la región más rica de Siria en lo que se refiere a fertilidad del suelo y potencial productivo agropecuario; ha venido sufriendo, desde 1939, una ininterrumpida redefinición turca de su historia, así como reasignación de topónimos a los municipios y de apellidos a los pobladores con objeto de cortar el cordón con el pasado árabe-sirio. Se trata de una zona fuertemente militarizada y turcmenizada, con decenas de miles de desplazados entre la histórica población autóctona siria, aunque aún hoy día la población es alawí en su mayoría. Los autóctonos no turquemanos pervivientes continúan profesando un fuerte sentimiento sirio. El fundador de la fuerza política por la liberación nacional, BAAZ, hoy en el poder, era originario de Iskandarona.
A ver si “por estos lares” aprendemos algunos un poco de la capacidad racional y perceptiva del pueblo turco, porque decimos cosas con mucha ligereza y con total falta de conocimiento de la realidad. ¡El Estado Español sí hace la guerra directa unidireccional a Siria!; ¡sin guantelete! ¡Con envío de granadas, municiones y pistolas Llama al ELS y a otros mercenarios! ¡Cargas directas hacia la masacre de Houla y otras muchas, en cuyo curso España ha colaborado como mínimo así! ¿Quién se cree que las pistolas eran para el combate “abierto” o para las emboscadas a los soldados? Una pistola no es un fusil de asalto ni una metralleta, y no las enviaron a fin de que se midieran con ellos. España abasteció de pistolas y de granadas a quienes debían seguir —y siguieron— el modus operandi de arrojar las granadas contra las casas, así incendiarlas, provocar la salida de sus habitantes, y entonces dispararles a bocajarro de pistola. No se trata, pues, de “un mal uso”, o “guerra sucia”, desligado de la acción española de “armar”: método e instrumental están en consonancia, y España vendió el avituallamiento a sabiendas de que iba a ser empleado en matanzas a los lugareños de municipios.
Algún día, cuando los pueblos del mundo posean el poder político rumbo al socialismo, juzgaremos a los asesinos imperialistas. Pero, entre tanto y precisamente hacia la construcción de ese marco futuro, no será mucho pedir seguir a Lenin en aquello de que el proletariado de las potencias agresoras denuncie a su “propio” Capital monopolista de Estado imperialista, en lugar de ponerse a hablar alucinatoriamente de que los atacados —Siria en este caso— estarían co-construyendo el farisaicamente llamado “escenario de guerra” o “el humo de la guerra con fines cohesionadores internos”. Les informo, señores: los sirios estamos cohesionados; hemos demostrado poseer consciencia nacional, en la calle, en el frente, en las urnas. Otros países y pueblos, en proceso acelerado de devenir colonia alemana, también están cohesionados; pero, a diferencia del pueblo sirio, no en la autoconciencia, sino en la confusión, y balan en la calle detrás de los himnos futboleros que el chovinismo oligárquico vendepatria retransmite.
Finalmente, y volviendo a lo anterior, Turquía colisiona secundariamente con Alemania en los Balcanes y el control del Adriático y sobre el arco oriental mediterráneo, lo que el hegemonismo intenta aprovechar para debilitar aún más las cartas de Alemania en sus negociaciones-alianzas-conflictos con los EE. UU. en el reparto del pastel europeo. Así, EE. UU. se posiciona vía OTAN en Albania, Bosnia y Kosovo, territorios de ligamen demográfico y confesional con Turquía, y hasta cabezas de puente turcos en un momento dado de agudización de las contradicciones, mientras que Alemania mantiene sus peones dálmatas eslovenos y croatas, que le dan salida al mar Mediterráneo.
Veremos qué resulta de todo este sistema jerarquizado de contradicciones de distinto peso.
http://quepasaenelmundo.contrabanda.org/2012/06/28/%C2%BFque-pasa-en-el-mundo-27-06-2012/
(*) Asesor para Siria del diario Unidad
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