Finalmente, después de decir que no tenía por qué disculparse, el gobierno de España decidió presentar su disculpa formal ante el gobierno de Bolivia por el maltrato sufrido por el presidente boliviano Evo Morales, a quien otros países negaron el tránsito aéreo, poniendo en riesgo su seguridad, mientras que España pretendió hurgar en el avión presidencial.
La disculpa la presentó en una carta el embajador español en Bolivia, Ángel Vazquez, quien lamentó la conducta de su colega en Viena, Alberto Carnero, a quien Morales acusó de querer registrar su avión para verificar si con él viajaba el extécnico de la CIA Edward Snowden.
El diplomático manifestó su su confianza en que el incidente quede zanjado y las relaciones bilaterales se mantengan en un buen nivel.
"Lamentamos ese hecho, presentamos nuestras excusas por ese proceder, que no fue adecuado y que al presidente le molestó y le puso en una situación difícil e impropia de un jefe de Estado", dijo a la prensa después de entregar la misiva al vicecanciller de Bolivia, Juan Carlos Alurralde.
De otro lado, Francia, país que cometió un hecho más grave, pues negó el paso por sus cielos a Morales, comienza a manifestarse sobre su proceder. "Francia reitera su voluntad de superar los malentendidos que hayan podido derivarse y su deseo de continuar el diálogo y la cooperación tanto con Bolivia como con el conjunto de Mercosur", declaró el canciller Philippe Lalliot.