Tras la difusión de denuncias sobre el espionaje de los Estados Unidos contra la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, quedaron en suspenso las negociaciones para la adquisición de cazas estadounidenses por parte del gobierno brasileño.
La negociación había sido impulsada por el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, a fines de mayo, pero "las conversaciones iban muy bien y pararon", según informa la agencia AFP citando a una fuente, la cual agrega ue "el gobierno de los Estados Unidos quería ofrecer todas las condiciones para resolver esa cuestión para octubre", cuando Rousseff viajase a Washington.