Representantes de grupos homosexuales y transexuales criticaron al Papa Benedicto XVI por haber dicho que se debe proteger a la humanidad "de la autodestrucción" que implican las conductas homosexuales y las operaciones de cambio de sexo.
Benedicto XVI, en alocución ante cardenales y miembros de la curia romana, explicó que es tan importante preservar al "hombre como criatura" como defender a los bosques tropicales. "No es una metafísica superada si la Iglesia habla de la naturaleza del ser humano como hombre y mujer y pide que este orden de la creación sea respetado", manifestó.
Agregó que se "trata, de hecho, de la fe en el Creador y de escuchar el lenguaje de la creación, cuyo desprecio significaría la autodestrucción del hombre y, como consecuencia, la destrucción de la propia obra de Dios".
Entre los más irritados se encuentran los homosexuales británicos, quienes calificaron las expresiones papales como "irresponsables e inaceptables", según indicaron el Movimiento Cristiano de Lesbianas y Gays del Reino Unido.
La reverenda anglicana Sharon Ferguson, dirigente de lesbianas, dijo que las declaraciones del Papa justifican los ataques y el maltrato a los homosexuales. Mark Dowd, del grupo medioambiental cristiano Operation Noah, indicó que se trata de una falta de apertura sobre la complejidad de la creación.
La Iglesia Católica se opone a los matrimonios entre homosexuales y enseña que aunque ser homosexual no es un pecado, sí lo es tener relaciones físicas con personas del mismo sexo.
¿Qué es “orientación sexual”, “opción sexual” o “identidad de género”?
Con Nuestro Perú ya había señalado la característica gaseosa de estos términos (ver: Orientación sexual y derechos sociales), ahora el Vaticano también los cuestiona por no ser una definición clara.
El fastidio de los homosexuales responde a la reciente intervención de la Santa Sede ante la 63 sesión de la Asamblea General de la ONU sobre el tema: “Cuestiones relativas a los derechos humanos, que incluyen enfoques alternativos para mejorar el disfrute efectivo de los derechos humanos y de las libertades fundamentales”.
La posición de la Santa Sede aprecia los esfuerzos de la “Declaración sobre derechos humanos, orientación sexual e identidad de género” de condenar todas las formas de violencia contra las personas homosexuales, así como de pedir a los Estados que tomen las medidas necesarias para acabar con todas las penas criminales contra ellas". “Al mismo tiempo, observa que la formulación de esta Declaración va mucho más allá de la intención antes mencionada y compartida”.
“En particular —continúa—, las categorías de “orientación sexual” e “identidad de género”, utilizadas en el texto, no encuentran un reconocimiento o una definición clara y compartida en el derecho internacional. Si estas categorías se tuvieran que tener en cuenta a la hora de proclamar y aplicar los derechos fundamentales, crearían una seria incertidumbre jurídica y socavarían la capacidad de los Estados para establecer y hacer respetar las convenciones y criterios sobre los derechos.
"A pesar de que la Declaración condene justamente todas las formas violencia contra las personas homosexuales y afirme el deber de protegerlas de ellas, el documento, considerado en su totalidad, va más allá de este objetivo y da origen sin embargo a incertidumbre en el derecho, planteando un desafío a las normas existentes sobre derechos humanos", subraya la declaración.
“La Santa Sede sigue sosteniendo que se debe evitar todo signo de discriminación injusta contra las personas homosexuales y exhorta a los Estados a que eliminen las penas criminales contra ellas", concluye la declaración vaticana.