El terremoto de 7.6 grados en la escala de Richter, que sacudió Papúa Occidental en Indonesia, dejó cinco muertos y 14 mil personas sin viviendas, las cuales están albergadas en tiendas de campaña.
El terremoto, acaecido a las 19.43 horas GMT del 3 de enero, activó una alerta de tsunami, la cual fue desestimada después de unas horas.
El primer terremoto fue seguido por fuertes réplicas, la más importante de ellas de 7.5 grados Richter, casi tan igual como el primer terremoto, lo que tiene alarmada a la población.
Los servicios de salud de Papúa reportan 261 personas atendidas como consecuencia del sismo, generalmente con heridas y fracturas, ocho de ellos presentaron heridas graves.
Por encargo del presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, sus ministros de Obras Públicas, Djoko Kirmanto; Trasportes, Jusman Syafii Jamal, y Asuntos Sociales, Bachtiar Chamsyah, viajaron a la zona afectada para atender los problemas urgentes y elaborar un plan de reconstrucción y rehabilitación.