Lugo pide perdón por sus escándalos, pero culpa a su “cultura” y no renunciará
En conferencia de prensa, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, pidió perdón a todos aquellos que se sintieron agraviados tras los escándalos por las demandas de de paternidad se hicieron públicas y reconoció que ha faltado a la Iglesia y a los ciudadanos de su país.
Como se sabe, en este mes tres mujeres alegaron haber sido sus concubinas y lo proclamaron padre de sus hijos cuando era obispo católico, tras lo cual el mandatario ya había reconocido a uno de ellos, pero dejará que la justicia pruebe los otros dos casos.
Lugo aseguró que no fue su intención ofender a nadie y que si alguien se sintió molesto o agraviado por estos hechos, “a mí no me cuesta pedir perdón, reconozco que he faltado a la Iglesia, al país, a los ciudadanos, a los que depositaron confianza en mí. Soy un ser humano y por tanto, nada humano me es ajeno. Al tiempo de pedir perdón por esta circunstancia quiero ratificar que mi versión será siempre la verdad, llegue ella por la confirmación de desmentidos directos, llegue ella por la vía de los trámites judiciales", manifestó.
Culpa a su “cultura”
"Soy una persona humana imperfecta, fruto de procesos históricos, perfil de mi cultura”, descargó el Presidente. ¿Puede culpar a su “cultura” un hombre que tuvo la oportunidad de estudiar la teología y ser no sólo sacerdote, sino obispo?
Con sus concubinatos Lugo afrontaba un castigo de la Santa Sede, que habría podido ser por lo menos una suspensión, según establece el Código de Derecho Canónigo en los casos de religiosos concubinarios, pero eludió la sanción solicitando una dispensa para postular a la presidencia.
En su campaña, Lugo, de 57 años, se mostró como un personaje socialista preocupado por la pobreza, pero la segunda de las denunciantes lo acusó precisamente de haberse aprovechado de su necesidad para obligarla a tener relaciones sexuales con él.
Respondiendo a los pedidos de vacancia, Lugo informó que no renunciará al cargo y advirtió a quienes conspiran contra su Gobierno que deberán "esperar sentados" ya que "el proceso que el pueblo eligió no sufrirá interrupción alguna hasta el 15 de agosto del 2013".
El primer caso de concubinato y que conmocionó a Paraguay y al mundo católico, se conoció por la presión de una demanda judicial, tras lo cual admitió ser el padre del hijo de dos años de Viviana Carrillo.
Poco después, otra mujer de 27 años demandó el reconocimiento de un niño menor de seis años, lo cual se hizo público porque Lugo no accedió a la prueba de ADN solicitada por el abogado de la demandante, quien lo acusó de haberse aprovechado de su pobreza.
El último escándalo corresponde a una maestra de 39 años, Damiana Morán, quien alega que Lugo es el padre de su hijo de dos años.
Ahora no sólo su credibilidad cayó 16 puntos, según la última encuesta paraguaya, sino que fue objeto de burla cuando un grupo musical compuso una canción alusiva a sus concubinatos y sus hijos. Ahora dice que "inspirado en sus propias falencias" desde su gobierno promoverá una política estatal de protección a la maternidad, la niñez y la mujer.
Otra presunta concubina, de 33 años residente en España, fue mencionada en medios paraguayos como la madre de una hija de cuatro años de Lugo, pero ella se negó a declarar sobre ello. La prensa especula que son seis las mujeres que demandarán a Lugo por paternidad.