Empezar de nuevo
Por Adrián Mac Liman*
Durante sus entrevistas con el jefe del Gobierno israelí, el cínico Mr. Blair ha logrado arrancar promesas ambiguas sobre el establecimiento de un nuevo marco para las consultas israelo-palestinas e israelo-árabes. Según los políticos hebreos, la estructura debe dividirse en tres bloques: las cuestiones políticas, los problemas de seguridad y los aspectos económicos de las relaciones bilaterales entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Sin embargo, Benjamín Netanyahu no dejó claro si tenía intención de reanudar los contactos políticos con el Gabinete de la ANP, que cuenta con el apoyo de Washington y la Unión Europea, ni tampoco si apoyaba la opción de los dos Estados que contempla la Administración Obama.
En una vídeoconferencia con los miembros del lobby judío norteamericano (AIPAC), el primer ministro hebreo señalaba que Israel “está preparado para reanudar las consultas bilaterales sin demora y… sin condiciones previas”. Añadió, sin embargo, que ambas partes presentarán sus respectivas posturas, dejando abierta la puerta para el debate.
La estrategia de Netanyahu recuerda al estratagema del laborista Ehud Barak, que se dedicó durante meses a presentar y archivar propuestas sin que saliera nada en limpio y con la proliferación de asentamientos ilegales en Cisjordania. O tal vez, sí; los emisarios de Tel Aviv presentaron en Taba un plan de paz equitativa, elaborado tras la dimisión del Gabinete laborista, cuando los documentos no tenían validez ni carácter vinculante.
Las cuestiones relativas a la seguridad se abordarán en presencia del general Keith Dayton, enviado especial de la Casa Blanca. Los jefes de los servicios de policía e inteligencia jordanos asistirán a los encuentros entre palestinos e israelíes. Aparentemente, Washington tiene interés en involucrar a los hachemitas en el proceso negociador. Una maniobra poco sorprendente, teniendo en cuenta el hecho de que la policía jordana dispone de las fichas de la casi totalidad de los palestinos residentes en Cisjordania.
Más aparatosa es la llamada vía económica, que contempla la supresión de barreras al desarrollo de la economía palestina. La llamada “comisión encargada del desarrollo económico de los palestinos” (sic), presidida por el propio Netanyahu, está integrada por los titulares de Asuntos Exteriores, Aviador Lieberman; Defensa, Ehud Barak; Finanzas, Yuval Steinitz y Sivan Shalom, hombre de confianza y suplente del Primer Ministro.
El desarrollo económico de los palestinos se decidirá, pues, en las reuniones del mini-abinete hebreo y/o en algunos foros “israelo-palestinos” creados y dirigidos por destacados miembros del establishment político y económico israelí. Difícilmente se puede hablar de una solución pactada con los interlocutores de Cisjordania.
Tony Blair anunció que el Cuarteto presentará, en un plazo de cinco a seis semanas, una nueva variante de la “Hoja de Ruta” de 2002, que deberá contar con el visto bueno del Presidente Obama.
Sin embargo, subsisten algunas incógnitas, pues el primer ministro israelí se negó a comentar las palabras del político británico, que exigió abordar sin dilación los temas clave para el éxito o el fracaso de las consultas: el estatuto de Jerusalén y la cuestión del derecho de retorno de los refugiados.
Las autoridades hebreas supeditan el porvenir de las negociaciones políticas al cese de los enfrentamientos entre el sector laico de Al Fatah y los radicales islámicos de Hamas, esgrimiendo como condición sine qua non la unidad nacional palestina.
Nos hallamos, una vez más, ante una maniobra mediática que se resume al… volver a empezar. Todo ello, mientras Naciones Unidas debate la responsabilidad de Israel en la destrucción masiva de la Franja de Gaza durante la ofensiva de diciembre 2008 y enero de 2009, y la expropiación de los pobladores de la aldea palestina de Silwan, situada en las inmediaciones de la explanada de las Mezquitas.
En este ambiente, los palestinos tienen motivos para dejar de creer en la buena fe de sus interlocutores para una solución negociada. Aún así, nadie descarta de antemano la posibilidad del… volver a empezar.
* Analista político internacional
www.solidarios.org.es