Lo multaron con más de medio millón de dólares por bajarse música
Un jurado ordenó el viernes que un estudiante de la Universidad de Boston pague 675.000 dólares a cuatro sellos discográficos por descargar y compartir música ilegalmente.
Joel Tennenbaum admitió haber descargado y distribuido 30 canciones. El único asunto sobre el que debía pronunciarse el jurado era cuánto dinero concedería como indemnización a las firmas fonográficas.
De acuerdo con las leyes federales, las compañías grabadoras de discos tienen derecho a entre 750 y 30.000 dólares por infracción. Pero la ley permite que hasta 150.000 dólares se otorguen por cada canción si el jurado considera que las infracciones fueron intencionales.
La máxima cantidad que el jurado hubiera podido otorgar en el caso de Tenenbaum era de 4,5 millones de dólares.
Los jurados le ordenaron a Tenenbaum que pagase 22.500 dólares por cada violación de la propiedad intelectual, determinando de hecho que sus acciones fueron deliberadas. El abogado del joven de 25 años le había pedido al jurado previamente que enviase “un mensaje” a la industria discográfica otorgando solamente el mínimo en pagos compensatorios.
Tenenbaum dijo que se sentía agradecido de que el veredicto no fue de millones de dólares, y contrastó el significado de su multa con el máximo posible.
“Para mí eso envía un mensaje de que “Hemos considerado que hay legitimidad en tu parte””, dijo. “Cuatro millones y medio hubiera sido “No te creemos para nada” “.
Tenenbaum añadió que se declarará en bancarrota si el veredicto es ratificado.
El abogado de Tenenbaum, Charles Nesson, de la Universidad de Harvard, dijo que el veredicto del jurado no fue justo. Advirtió que planea apelar la decisión porque no se le permitió argumentar el caso basado en el principio de uso razonable.
El caso es apenas el segundo en materia de descarga de música en el país, imputado a un individuo, que va a juicio.
El mes pasado, un jurado federal en Minneapolis determinó que una mujer de Minnesota debe pagar casi 2 millones de dólares por infringir los derechos de propiedad intelectual. (Con información de El Comercio)