Nora Olivé
España está de duelo por el naufragio del pesquero Villa de Pitanxo en las peligrosas y gélidas aguas de Terranova (Canadá), que dejó nueve tripulantes muertos y 12 desaparecidos.
"Es la mayor tragedia del sector pesquero que hemos tenido en los últimos 38 años. Este es un oficio que no solo es muy duro sino muy peligroso", afirmó el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas.
Todavía se desconocen las causas del siniestro que afectó al amanecer del martes a la embarcación de 50 metros de eslora, con puerto base en la norteña localidad de Marín de la región de Galicia, donde viajaban 24 tripulantes españoles, peruanos y ghaneses.
Solo tres fueron hallados con vida, entre ellos el capitán de la embarcación, Juan Padín Costas, y su sobrino, Eduardo Rial Padín, tal como confirmó la hermana del primero en declaraciones a los medios.
Las terribles condiciones marítimas, con olas de hasta 1' metros y una visibilidad pésima, dificultaron las tareas de búsqueda que las autoridades de Canadá dieron por terminadas 36 horas después, ya sin esperanzas de localizar al resto.
PIDEN ALARGAR LA BÚSQUEDA
El fin de la operación de rescate en Terranova fue recibido con disgusto y malestar por los familiares de los desaparecidos y el Gobierno de Galicia, donde se decretaron tres días de luto por el naufragio.
"Nos parece una mala noticia, porque hay 12 familias que esperan alguna información de sus seres queridos. Creemos que se debería ampliar por lo menos 24 horas y así lo hemos pedido al Gobierno", sostuvo este jueves en rueda de prensa el presidente de la región, Alberto Núñez Feijóo.
El Ministerio de Exteriores expresó su "profunda consternación y condolencias" a los allegados de los marineros españoles, que fueron contactados por el cónsul general de España en Montreal, Luis Calvo.
Por teléfono, el cónsul les trasladó la "imposibilidad" de mantener el operativo de rastreo para encontrar a los tripulantes "ante las desfavorables condiciones meteorológicas", según un comunicado de la Cancillería.
Estas explicaciones indignaron a las familias afectadas, que reclaman que se reactive el operativo.
"Hay 12 muertos que no se merecen quedarse allí. Si Canadá no los busca, que lo haga España", afirmó María José De Pazo, hija de uno de los tripulantes, en declaraciones al diario La Voz de Galicia.
De Pazo lamentó que los familiares de los marineros desaparecidos supieran del fin de la búsqueda por la prensa y las redes sociales de las autoridades canadienses, y denunció que se sienten "desesperados" por la poca información llegada desde el Gobierno.
UN TRABAJO DE ALTO RIESGO
"Abandonar una búsqueda siempre es traumático. Nunca es aceptado por las familias porque uno se resiste a aceptar la pérdida" afirma en declaraciones a la Agencia Sputnik Rafael Lobeto Lobo, exdirector general de la Marina Mercante en España (1989-1995) y fundador del servicio de Salvamento Marítimo español.
Lobeto Lobo, que estos días presenta su libro "Salvamento marítimo. Mar y vida en España", censuró que las familias se hayan enterado por sus propios medios de la suspensión de la búsqueda: "es inaceptable que el Salvamento español no atienda a estas familias".
"Pero por otra parte, hay que reconocer que es imposible que alguien dure más de unos minutos vivo en el Atlántico Norte en invierno, cerca de Terranova", precisó el experto, que destacó la profesionalidad de las autoridades canadienses en este tipo de operaciones.
Este es el naufragio de un pesquero español con más víctimas en casi cuatro décadas, concretamente desde 1984, cuando el sardinero Islamar III se hundió en las costas de Marruecos con 28 tripulantes a bordo, de los que dos fueron rescatados con vida y 22 nunca se encontraron
La gravedad de los accidentes en la pesca es mayor que en el resto de actividades marítimas, según las conclusiones del informe anual de la Comisión Permanente de Accidentes e Incidentes Marítimos.
Tres de cada cuatro accidentes en el mar en 2020, en total 205, fueron en el sector de la pesca, donde se lamentó el fallecimiento de once personas en ese año
Lobeto Lobo apunta, sin embargo, que actualmente "existen mecanismos tecnológicos" para que "no se pierda nadie en la mar" y considera que las administraciones españolas "deberían impulsar su utilización".
La versión de los rescatados será "determinante", según el ministro español de Agricultura y Pesca, para conocer las causas del accidente del Villa de Pitanxo, un buque moderno y con una tripulación experimentada, y así se puedan evitar nuevas tragedias en el mar.
Con información de Sputnik