El terremoto de magnitud 7.3 que remeció este martes a Vanuatu, deja hasta el momento 14 personas fallecidas confirmadas, más de 200 heridos y más de 50 desaparecidos.
Los daños en las construcciones son generalizados, mientras los equipos de rescate trabajaron durante la noche para salvar a las personas atrapadas en medio de cortes de comunicaciones. Las autoridades estiman que la cifra de muertos aumente al término de los trabajos de rescate.
Las operaciones de rescate comenzaron inmediatamente después del terremoto. Algunos sobrevivientes fueron rescatados de los edificios derrumbados, mientras que otros siguen desaparecidos. El apagón casi total de las telecomunicaciones complicó aún más las tareas de rescate, dejando a muchos luchando por localizar a sus seres queridos desaparecidos.
Las empresas de telecomunicaciones han comenzado a restablecer los servicios telefónicos, pero la conexión a internet sigue inactiva.
En Vanuatu ha habido decenas de terremotos en el siglo, pero este es uno de los más destructores debido a la cercanía del epicentro a la zona más poblada, que es la capital, sólo a 30 kilómetros y a una profundidad de 57 kilómetros.
Según los funcionarios del gobierno, se registraron cuatro muertes en el hospital principal, seis en un deslizamiento de tierra y cuatro en un edificio derrumbado. Más de 200 personas heridas recibieron tratamiento en el Hospital Central de Vila.
Se han reportado daños estructurales importantes, con al menos 10 edificios grandes y tres puentes gravemente afectados. Dos grandes depósitos de agua quedaron completamente destruidos, dejando a Port Vila sin agua ni electricidad.