Por Milciades Ruiz

Desde que los pueblos del Tahuantinsuyo perdieron su independencia, toda la estructura económica y social fue reordenada para responder a los interese de los países dominantes. Se dejó de lado la alimentación nativa para introducir productos y hábitos extranjeros.


Hoy, la base alimenticia del Perú está constituida fundamentalmente por alimentos introducidos por interés comercial. Su inducción propagandística nos ha llevado al consumismo irracional en el que priman compuestos industriales que nos han alejado de la vida natural. Las personas de hoy, ya no tienen la fortaleza de aquellos que hicieron Machu Picchu porque la alimentación no es la misma. Los nuevos hábitos alimenticios han traído una serie de enfermedades que antes no había.

Por ejemplo, muchas bebidas teñidas con colorantes sintéticos y azúcar ingresan al organismo llevando moléculas químicas que conjuntamente con otros alimentos industrializados ocasionan diversas reacciones químicas en el interior de nuestro organismo.

Los átomos de oxígeno pueden ensamblarse con átomos de carbono, hidrógeno, azufre, calcio, cobre, sodio, aluminio, etc provenientes de diversos alimentos ingeridos. Algunas de estas mezclas químicas son venenosas o dañinas para las células de los tejidos del corazón, pulmones, hígado, riñones, etc. ocasionado daños que aparecen en las radiografías pero en ciertos casos no se notan o son silenciosos como el cáncer.

Las prolongadas reacciones oxidantes causan daño a la estructura biológica y para contrarrestarlos se recomiendan alimentos antioxidantes. Estos pueden aportar átomos de hidrógeno que capturan los de oxígeno, neutralizando su accionar maléfico.

Esta es la principal bondad del maíz morado de origen peruano. Su pigmento llamado antocianina, es un flavonoide, o un antioxidante que impide la muerte de tejidos, que ocasiona cáncer y enfermedades relacionadas con el envejecimiento o decaimiento degenerativo.

Adicionalmente, la antocianina inhibe el colesterol LDL (colesterol malo) y protege contra las enfermedades del corazón previniendo infartos cardiacos y cerebrales. Al frenar el deterioro de los órganos, se recupera la agudeza visual, mejora la circulación sanguínea, evita la trombosis y los tumores, normaliza la presión y desinflama los tejidos.

El maíz morado al desintoxicar el organismo, desactiva las sustancias cancerígenas, fortalecen el sistema inmune y protege al cuerpo ante el desarrollo de enfermedades crónicas degenerativas como cataratas, artritis, tensión alta, diabetes, envejecimiento y arterosclerosis, entre otros males modernos.

La obesidad, que es la principal causa de muchos problemas de salud actualmente, tiene la solución en nuestro maíz morado. En la Universidad japonesa de Doshisha en Kyoto, se hizo una prueba con ratones a los que se dio por 120 días la comida deliciosa que se vende al paso con marca internacional pero, solo a una parte se le proporcionó antocianina. Los que no recibieron este pigmento morado engordaron como chanchos y tenían elevada insulina. En cambio los ratones tratados con antocianina no generaron grasa, demostrando con ello que el maíz morado activa el gen que regula el funcionamiento de las células grasas.

Por eso, si usted reemplaza las bebidas químicas por la chicha morada natural estará cuidando la salud de su familia y si, en vez de dar su dinero a las grandes empresas fabricantes de bebidas químicas se lo da a los productores de maíz morado entonces estará ayudando también a nuestro país.

A los interesados en cultivar el maíz morado les decimos que tenemos toda la información agronómica para lograr los mejores resultados productivos y económicos, siguiendo las indicaciones de los manuales y materiales de capacitación disponibles en la Asociación Peruana de Ingenieros Agrarios – APIA que, podemos enviar a provincias.


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