Después de dos años de padecimiento y gracias a dos intervenciones quirúrgicas que le realizaron en el Hospital Nacional Arzobispo Loayza, la señora Florencia León Guerrero, de 78 años de edad, ya puede echarse a dormir sin sentir el terrible y punzante dolor que le afectaba la zona lumbar y los miembros inferiores.
 
primera cirugia minimamente invasiva de columna
 
Los dos años de terror han quedado atrás, tiempo durante el cual, el sufrimiento la llevó a la depresión, le cortó el apetito y el sueño; la hacía temblar y gritar. El doctor Luis Muñoz Chumbes, jefe del Servicio de Neurocirugía del hospital Loayza, explicó que la paciente tenía un tumor benigno alojado en la parte final de la médula espinal (cono medular) que podía ocasionar daño neurológico irreversible; asimismo, presentaba una hernia grande entre la cuarta y quinta vértebra lumbar.
 
Los neurocirujanos encabezados por el doctor Vladimir Sánchez Ochoa sometieron a la paciente a dos cirugías de alta complejidad como única opción, con técnicas quirúrgicas de vanguardia como la cirugía mínimamente invasiva para la extracción de la hernia (MISS-TLIF L4-L5) y una microcirugía para extracción de tumor en la columna. Ambas intervenciones se realizaron el mismo día, una después de la otra, con una duración aproximada de seis horas.
 
De esta manera, Doña Florencia se convirtió en la primera paciente de un hospital del Minsa en someterse a una cirugía mínimamente invasiva, que es una cirugía de vanguardia que se realiza en países de primer mundo. La operación consiste en la realización de pequeños cortes y la colocación de tornillos vertebrales transpediculares con cortes mínimos en la piel (abordaje percutáneo).
 
“Este tipo de intervención permite mejores beneficios a nuestros pacientes como una recuperación más rápida, menor pérdida de sangre, disminución de los dolores, reincorporación a sus actividades cotidianas de manera más rápida, entre otros”, señaló el doctor Sánchez.
 
“Ambas cirugías se realizaron con un equipo de monitoreo neurofisiológico, el cual permite observar durante la operación si algún nervio sensitivo o motor está siendo afectado. Esto permite mayor seguridad para beneficio del paciente y el éxito de la cirugía”, puntualizó.
 
Finalmente, desde el punto de vista neurofisiológico y neurológico, la paciente se encuentra recuperándose en sus funciones motoras y sensitivas de la mejor manera. Ahora, puede realizar sus actividades en su domicilio de manera adecuada, no presenta dolores intensos, se pone de pie, camina y, próximamente, empezará su proceso de rehabilitación.