El abrazo de Boluarte a su ministro mientras la delincuencia desata terrorismo urbano contra transportistas y ciudadanía en general
Patético el abrazo de la presidente Dina Boluarte al ministro del Interior Juan José Santiváñez durante una actividad oficial, no sólo por alejarse burdamente de los protocolos mínimos que debería respetar la funcionaria con más algo rango del país, sino por la evidente incapacidad del ministro, que no sólo no ha logrado reducir la acción del hampa, sino que ésta crece descontroladamente traspasando límites nunca antes visto, configurando una y otra vez actos de terrorismo urbano, cuya tipificación sólo ha sido avanzada hasta una aprobación en comisión del Congreso, sin que llegue a constituirse en ley.