La doble cara de Keiko Fujimori

Sus contradicciones en varios temas demuestran su improvisación.


 

Sus contradicciones sobre las sobreganancias mineras, la liberación de su padre y su relación con Montesinos.

Como su padre Alberto Fujimori y como su nuevo padrino, Alan García, la candidata Fujimorista ha cambiado su discurso y sus propuestas de la primera vuelta, en el afán de ganar votos, por lo que ha caído en flagrantes contradicciones que según analistas políticos agravan su falta de credibilidad.

 

La hija del condenado ha recurrido al conocido cuento electoral de prometer todo al pueblo peruano, sin importar contradecirse, para lograr su ansiado deseo de llegar a la presidencia. Sin duda que hay dos Keikos: una de la primera vuelta y otra de la segunda.

Sobreganancias
Fujimori desdeñó y se opuso en la primera vuelta a la propuesta de Gana Perú de establecer un impuesto a las sobreganancias mineras, la cual obviamente no figura en el programa de gobierno de Fuerza 2011.

Sin embargo, el último 26 de abril, después de pasar a la segunda vuelta, Fujimori sorprendió al anunciar que también piensa cobrar un impuesto a las sobreganancias mineras en un mitin realizado en Cajamarca, aunque sostuvo que lo haría sin afectar la inversión.

“He anunciado el impuesto a las sobreganancias, la minería está obteniendo muchísimos recursos y por eso es importante que se puedan compartir con los más pobres”, dijo, copiando hasta los argumentos de Ollanta Humala, ante unos sorprendidos periodistas que no se imaginaban oír esas palabras de la candidata favorita de los empresarios.

La liberación de su padre
En una declaración recogida por América Televisión, Keiko Fujimori aseguró que indultaría a su padre si llegaba al poder. “No pararemos hasta lograr la libertad de Alberto Fujimori”, señaló la candidata de Fuerza 2011, según se puede ver en un video del 7 de abril de 2009.

Sin embargo, poco después de la primera vuelta, Keiko Fujimori juró por Dios que no iba a liberar a su progenitor sentenciado a 25 años de prisión por violar los derechos humanos y corrupción. “Yo lo he repetido en varias oportunidades, no es mi intención, ni intención de la familia indultar a Alberto Fujimori, lo ratifico. Juro por Dios que no lo voy a indultar”, remarcó una vez más ante sorprendidos periodistas.

Sin embargo, el último sábado 7 de mayo, la lideresa de Fuerza 2011 dijo que de llegar al gobierno “seguirá peleando en el Poder Judicial la liberación de su padre” en una entrevista a Radio Capital. Esas declaraciones hicieron recordar la forma como Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos llegaron a someter al Poder Judicial durante la dictadura.

Montesinos
Al principio de la campaña electoral, la hija de Alberto Fujimori se declaró contraria a la influencia de Vladimiro Montesinos durante el régimen de su padre. No obstante en una entrevista para el programa Cuarto Poder, de América Televisión, prácticamente lo defendió. “No me consta que Montesinos haya cometido los crímenes de los que se le acusa”, refirió.

Keiko Fujimori también ha dicho que se opuso a la segunda reelección de su padre y que le aconsejó que no renunciara por vía fax como lo hizo. “Cuando tenía 24 años y era primera dama me opuse a la reelección de mi padre. Después le solicité que no renunciara desde Japón y me quedé en Perú”, dijo a la agencia Reuters.

Sin embargo, en un video del programa de televisión Punto Final, se ve a la primogénita del condenado, arengando y pidiendo el voto por su padre en la campaña del 2000. La mentira es evidente si se comparan ambas declaraciones y actitudes de la candidata de Fuerza 2011.

Todo ello hace recordar al dios romano Jano, quien tenía dos caras. Una que miraba al pasado y otra al presente. En este caso se trata de lo que podríamos denominar la doble cara de Keiko.

Llamil Vásquez
Redacción, La Primera