Gianotti: García declaró sobre petroaudios antes de que se abran pruebas lacradas

Asegura que Del Castillo llamaba a su esposo para que lo limpie

Giselle Gianotti, relacionista pública de la empresa Business Track, procesada por el escándalo de los petroaudios, cuestionó que el presidente Alan García haya declarado sobre el contenido de las pruebas antes de que sean de conocimiento público, siendo que éstas estaban lacradas.

“El presidente habla el 9 de enero y dice “chuponeadores malditos” y recién las pruebas las abren por primera vez el 13 de enero. ¿Cómo sabía el presidente, el 9 de enero, lo que había en las pruebas lacradas?”, señaló Giannotti en la Segunda Sala Penal, donde asistió a declarar.

Giannotti denunció que su ex esposo Wilson Gómez Barrios recibió llamadas del ex presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, así como de sus allegados, para presionarla para que no lo impliquen en el caso.

La procesada presentó la lista de llamadas de Gómez Barrios ayer, cuando concurrió a declarar y manifestó que esas llamadas eran los pedidos de Del Castillo para exculparlo de responsabilidad en el escándalo de los faenones de los lotes petroleros.

“Trataron de direccionar. Tenían su conciencia muy sucia y querían saber cuáles eran los avances en la Dirandro. Hubo más de 20 llamadas durante 15 días de detención al teléfono del padre de mis hijos”, denunció Gianotti y agregó que Hernán Garrido Lecca “llamaba para decirle: oye pero para que salga más rápido, mejor que diga esto, mejor que diga el otro. Que no vaya por acá, que no vaya por allá, para dirigir”.

Además de Del Castillo llamaba  Gómez Barrios y el hijo de Del Castillo, Miguel del Castillo, así como su socio Alfonso Morey y Hernán Garrido Lecca. Precisóp que éstos le dieron un teléfono prepago para evitar dejar alguna huella para investigaciones y le ofrecieron un contrato para limpiar su imagen, para lo cual pagó 15 mil dólares.

“Llamaban Del Castillo, padre e hijo, Alfonso Morey y el ex ministro Garrido Lecca. Lo que pasa es que Del Castillo y su hijo lo llamaban a un teléfono prepago que le dieron [a Gómez], lógicamente para que no queden evidenciadas las huellas; sin embargo, no contaron con que Garrido Lecca y Morey sí lo iban a llamar de celular a celular. ¿Quién miente? Él dijo que nunca tuvo contacto con el padre de mis hijos”, subrayó Giannotti.

Lamentó que el Poder Judicial, después del escándalo de los “petroaudios”, sólo esté encarcelado el ex ministro aprista Rómulo León, cuando existen funcionarios públicos que estuvieron profundamente involucrados en esos actos ilícitos.

“A mí me da pena que solo el señor Rómulo León esté preso cuando participaron directamente en este caso funcionarios públicos del actual gobierno. León era el lobbista, sin embargo, en estos casos que han sido de pública exposición, los que intervenían con León eran funcionarios públicos: ministros, el presidente del Consejo de Ministros, presidentes y vicepresidentes de directorio de PetroPerú, de Perupetro y ellos están en su casa, no están presos. Está preso el lobbista. Esto es de locos”, sentenció y agregó que “la vara con que se le está midiendo al señor Rómulo León y a los que están acusados por corrupción, que son miembros y que han sido miembros del gobierno, no es la misma vara”.

Gianotti reiteró que su proceso es político porque está dirigido por el Ejecutivo yi denunció al ministro del Interior Miguel Hidalgo, al general Carlos Morán y al fiscal Mateo Castañeda, quienes la presionaron durante su detención para acusar a la empresa Petrotech y a su directivo Alberto Varillas, esposo de la periodista Rosa María Palacios y agregó que esa versión fue corroborada por Elías Ponce Feijóo y Carlos Tomasio sus coprocesados y directivos de BTR. “Me dijeron que si acusaba a Petrotech, me retiraban el cargo de asociación ilícita para delinquir y cárcel efectiva”, aseguró.

Advirtió que las pruebas que maneja la fiscalía no son fidedignas y que por eso no reconoce en su totalidad los artículos incautados durante el registro domiciliario el día de su detención.

“No pueden llamar solos los teléfonos, no puede aparecer un número de discos compactos que no corresponde a los que fueron incautados. Las computadoras solas no se pueden cambiar de programa. Es difícil ahora responder a eso y por eso ahora voy a tener una sombra de duda por el resto de mi vida”, alertó.

Finalmente, dijo que el periodista Pablo O’Brien le entregó los audios que contenían las conversaciones de Químper y León Alegría, que desencadenaron el escándalo de los “petroaudios” y añadió que esos audios estaban en dos USB, que han desaparecido, y que ella los analizaba por encargo de O’Brien, para verificar su autenticidad.