Plomo carcome salud de niños y mujeres de Pasco

El plomo  en la sangre de 53 de cada 100 niños y 9 de cada 100 mujeres en edad fértil de Pasco es mayor o igual que 10μg/dL, que es más que los límites permitidos, según un estudio realizado por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) Atlanta, Estados Unidos.


El trabajo se realizó entre el 21 de mayo y el 4 de julio de 2007, y también detectó que el 63% de niños y el 70% de mujeres en edad fértil, tiene niveles elevados de cesio; mientras que el 71% de niños y mujeres en edad fértil, tiene niveles elevados de talio.

El informe fue dado a conocer a las autoridades de salud y al público, en coordinación con la Dirección Regional de Salud Pasco, y comprendió a 357 pobladores de Chaupimarca, Ayapoto y Paragsha (163 niños y 194 mujeres), además de muestras de suelo, polvo y agua, tomadas de 40 áreas públicas y 53 viviendas, que arrojaron un alarmante resultado de una contaminación generalizada.

Los análisis demostraron que además de la actividad minera (especialmente en Volcán S.A.A.), se están multiplicando los puntos de contaminación pues el transporte y el almacenamiento de mineral expulsan partículas en los caminos, el aire y las fuentes de agua.

Los estudios recomiendan realizar evaluaciones médicas en personas con niveles de plomo en sangre ≥45μg/dL.

La  directora regional de Salud Pasco, Rosario Romero Arzapalo, estimó en 47 millones de soles el costo de un plan de prevención y convocó a la población y a las empresas mineras a participar en las soluciones.

Este estudio es uno más de los que provocan que todos se rasguen las vestiduras al ver el perjuicio en la salud y el ambiente, pero no son más que poses y teatros, pues la inacción del gobierno ante las mineras contaminadoras, en el fondo promueve y alienta la perpetuación del envenenamiento de los pobladores y del ambiente y es estímulo para la llegada a la minería de inversionistas inescrupulosos.
Los controles ambientales son débiles y si se llega a determinar una contaminación reiterada no hay sanciones crecientes, que deberían ser desde multas e indemnizaciones para las poblaciones hasta el cierre definitivo, como debería hacer un gobierno soberano y civilizado.

Pero no sólo eso, sino que el gobierno sí aparece inmediatamente para sofocar las protestas ciudadanas contra la contaminación, no sólo golpeando o abaleando, sino hasta acusando de terrorismo.

En pocas palabras, el mensaje del gobierno es: “vengan mineras contaminadoras, acá hay no sólo cholo barato, sino cholo envenenable, maten si quieren a esos perros del hortelano”.