Versión de Astuquillca ratificaría ‘abandono’ a suboficiales  

 

luis astuquilca familiaresEl Suboficial Luis Astuquillca Vásquez cuenta crudos momentos vividos en la Vrae tras enfrentamiento contra narcoterroristas donde murieron sus compañeros.  En entrevista a un medio televisivo narró que una vez ubicados en la zona donde murió la PNP Nancy Flores, la tarde del jueves 12 de abril, el helicóptero donde ellos se encontraban los dejó.

 

"Hicieron una estrategia en el comando. Salieron el Ejército, los sinchis y nosotros, por último, de apoyo". dijo Astuquillca.

El suboficial que sobrevivió 17 días en la selva explicó que el ruido del helicóptero le impedía entender la situación, sin embargo los terroristas estaban disparando al su nave y a ellos, lo terrible sucede cuando el helicóptero los deja.

"Por el ruido del helicóptero no sabíamos lo que pasaba, nos estaban disparando y al helicóptero (...) Bajamos todos y nos parapetamos, y es cuando no sabía por qué el helicóptero se estaba yendo, qué habrá pasado, y nos vimos las caras los tres (Lánder Tamani, César Vilca y Luis Astuquillca),  relató.

El suboficial detalló  que se desplazaron debido a que se acercaba la noche, luego llegaron a un abismo que no les permitió continuar, pero que el viernes 15 en la mañana siguieron  la ruta del acantilado del que no pudieron bajar por la espesura del bosque, además de no contar con un mapa y no conocer el lugar.

"Lánder Tamani estaba como hombre punta y dijo que había un hueco, no se podía subir, y ese fue nuestro error porque la selva estaba tupida. ‘Camachín’ (César Vilca) estaba segundo y yo estaba último. Ellos (los terroristas) estaban escondidos en el monte y dispararon", indicó el suboficial PNP.


En el momento de la emboscada, Tamani falleció y César Vilca fue herido en la pierna, Astuquillca atendió la herida para evitar la hemorragia y mientras repelía el ataque, ambos quedaron desaparecidos, por lo que arrastró a su compañero hasta el filo del monte donde se escondieron. Allí, intentaba que Vilca no pierda más sangre y pueda recuperarse para caminar.


En el hueco hallado al filo del monte, se quedaron todo el sábado. "Dormimos juntos, cada uno con su arma. Vilca  había convulsionado tres veces y estaba pálido y frío. Dormimos abrazados, así pasamos la noche". Astuquillca no tenía suero en su kit de supervivencia y para arrastrar a su colega había dejado atrás su casco y su mochila en el acantilado donde recibieron la emboscada.

Fue el domingo 15 de abril cuando Vilca, consciente de su situación, le dijo a Astuquillca que no aguantaría más. En dicho instante recibieron otra emboscada más.


"Fui a verlo, mientras Vilca me cubría fui donde estaba, Vilca comenzó a disparar para cubrirme. Por eso que no bajaron, porque sabían que estábamos vivos. Cuando llegué donde Tamani le tomé los signos vitales, pero ya estaba muerto".


En ese momento, Astuquillca recibiría dos impactos de bala en la pierna y otros dos en el brazo derecho.

Cayó por un acantilado de 100 metros y tuvo que hacerse un torniquete con su propia correa. Caminó hacia arriba sintiendo que le seguían los pasos. No solo debía protegerse de las huestes narcoterroristas, sino también de los peligros de la naturaleza. Allí solo se alimentaba de hongos comestibles de la zona.


En la margen izquierda, por donde iba cuesta arriba, encontró dos casas abandonadas el lunes 16 de abril.


Ahí pasó la noche y por el estado de su pierna decidió caminar río abajo. Encontró otra casa abandonada al día siguiente, que habitó por día y medio.


Tras 14 días de perdido, halló una esperanza de vida: guano de burro en los alrededores de otra casa abandonada con la que se topó. Siguiendo la pista, Astuquillca se encontró con una pareja de esposos. Esos nativos le curaron las heridas y le ayudaron a llegar a Kiteni el pasado domingo 29 de abril.


Mientras que programa televisivo revela que cuerpo del suboficial caído César Vilca fue hallado por su padre y nunca por fuerzas del orden.