La Biotecnología, medicina personalizada
Cada persona es única, diferente es su modo de enfermarse y en consecuencia es distinta su forma de curarse.
La medicina del futuro se ha impuesto un nuevo desafío. Reconociendo las diferencias individuales está trabajando en la fabricación de medicamentos biotecnológicos, un proceso que exige una inversión millonaria pero que parece ser la fórmula que se necesita para revertir los efectos negativos que pueden ocasionar los fármacos tradicionales y para tener mayores posibilidades de recuperar la salud.
Personas que padecen la misma enfermedad y que reciben el mismo tratamiento responden en forma distinta; porque cada enfermedad es única y necesita un tratamiento personalizado, lo que hace posible que éstos sean menos cruentos y más humanos.
La ingeniería genética puede producir proteínas particulares contra enfermedades específicas. Estas proteínas fueron descubiertas por el científico argentino César Milstein, premio Nóbel de medicina en 1984.
Esta tecnología permite conocer mejor las causas moleculares de las enfermedades y elaborar medicamentos más adecuados para cada paciente.
El conocimiento del ADN es el que brinda la posibilidad de producir en forma industrial, biomoléculas, mediante la manipulación del código de una célula viva, para la obtención de una proteína particular contra enfermedades determinadas.
La clave de este avance en la medicina es el reconocimiento de que todos los pacientes son diferentes y que cada uno necesita un tratamiento individual específico.
Hoy se utiliza esta técnica en oncología, hematología, virología; en desórdenes metabólicos, en trastornos del sistema nervioso central, y en enfermedades inflamatorias y autoinmunes.
La medicina personalizada tiene la ventaja de hacer diagnósticos más precisos, de disminuir el riesgo de recibir tratamientos cruentos que resultan ineficaces al utilizar la estrategia de ensayo y error; de reducir las reacciones adversas y de mejorar los resultados terapéuticos en general y la calidad de vida.
Esta práctica ha hecho descender la tasa de mortalidad de muchas mujeres con cáncer de mama que hace quince años hubieran fallecido.
La biotecnología ataca a las células enfermas pero no a las sanas y son menos tóxicas que la quimioterapia, ya que ésta ejerce su acción destructiva tanto en las células sanas como en las enfermas.
Esta nueva terapia solamente da resultado en pacientes que tienen un gen específico para el que ha sido elaborada la molécula. Los remedios ingresan en la sangre e identifican las células dañadas, las cuales pueden ser eliminadas o reemplazadas, sin afectar a las sanas; bloquean la acción del factor de crecimiento e impiden el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos atrofiando los que ya existen. Sin suministro de sangre, la célula enferma no tiene oxígeno, ni nutrientes y muere.
Los remedios biológicos operan específicamente contra enfermedades cuyo tratamiento tradicional demanda un alto costo, como el cáncer y las enfermedades autoinmunes como por ejemplo la artritis reumatoidea.
El medicamente biológico no tiene genérico como los demás remedios químicos, los cuales pueden ser copiados; pero pueden existir productos similares denominados biosimilares.
Este avance de la tecnología supone adecuar un marco regulatorio que garantice el registro genético sanitario correspondiente que es el que permite conocer mejor a la persona como para poder detectar el desarrollo de una patología a nivel molecular. En Argentina, se está preparando una legislación para el ingreso de estos medicamentos biosimilares.
Las personas no solamente se enferman por cuestiones orgánicas, también dejan de estar sanas por cuestiones psicológicas, por hábitos poco saludables adquiridos o por circunstancias que tienen que atravesar en la vida.
Como una persona es una unidad psicofísica, es importante que el médico clínico indague sobre cuál es la circunstancia de vida por la que está atravesando su paciente, qué es lo que hace habitualmente o si ha sufrido recientemente situaciones de pérdida. La ciencia ha demostrado la incidencia del estrés sobre el sistema autoinmune y en el consecuente desarrollo de las enfermedades y una psicoterapia breve puede ayudar a mejorar los efectos de los medicamentos.
Fuente: LNR; “La medicina del futuro, hoy; Fabiana Scherer