Los niños que intentaban escaparse eran buscados para ser asesinados
Habría entre ocho y diez niños recluidos por cada “albergue” terrorista de los seis a ocho campamentos más que existen lo que indicaría la presencia de por lo menos 80 menores según el testimonio de los once senderistas capturados el 5 de julio tras la “Operación Albergue” en el campamento de San Martín de Pangoa, Satipo (Junín) en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
Los terroristas interrogados dedicados al control, administración y seguridad del campamento ubicado en las cercanías de la comunidad nativa de Shora detallaron que los niños son rotados de un campamento a otro cada viente días para evitar que sean descubiertos por las fuerzas del orden.
De acuerdo a declaraciones de los insurrectos, de haber ingresado quince días antes hubieran encontrado a los hijos de jefes terroristas que son entregados al cuidado de subversivos de su extrema confianza
NIÑOS CABECILLAS
De los once detenidos uno de los más importantes es el 'camarada Tío Jorge', porque mantenía contacto con Víctor, Jorge y Martín Quispe Palomino", según información de La República.
Los niños identificados son los hijos de Víctor Quispe, "camarada José": Víctor, (11) y Joseviño (9); de Jorge Quispe, "camarada Raúl", solo se conoce que Martín (10), niño cabecilla. Y de Martín Quispe, "camarada Gabriel", se han identificado como sus hijos a Iván, de 11 años, y Marcos, de 3.
En algunas ocasiones, los hijos del jefe militar de la organización criminal senderista, Orlando Borda Casafranca, "camarada Alipio", también eran recluidos en el campamento de Shora. Ellos son Agustín, de siete años, y Julia, de un año.
Si sucedía algo con los menores de edad, o "pioneros", los senderistas a cargo del campamento pagaban con su vida. Todos estaban amenazados de muerte si es que alguno escapaba, adulto o menor, dijeron los terroristas detenidos.