Clima de confianza es urgente y necesario.

El Congresista Joaquín Ramírez Gamarra fue enfático al exigir que se suspenda de manera temporal e inmediata las operaciones del proyecto minero Conga, ello lo consideró oportuno para generar un clima de confianza que necesita el pueblo cajamarquino, del mismo modo, solicitó que el presidente Ollanta Humala viaje a Cajamarca y afronte la inestabilidad que él mismo ha provocado.

Argumentó que lo que se vive en Cajamarca es insostenible y que desde Lima nadie se pone en los “zapatos” de los pobladores que han perdido por completo la confianza ante una empresa que la caracteriza la soberbia y que no tiene el más mínimo respeto al poblador por la larga cronología e historia nefasta por impactar y contaminar la zona.

“Yo no me opongo a la inversión privada pero en estos momentos no hay condiciones para seguir con el proyecto minero y debemos avanzar hacia un diálogo que busque generar confianza entre los pobladores”, remarcó.

En otro momento manifestó que tanto el gobierno central como el regional no están actuando debidamente y se muestran intransigentes al extremo que han dejado de lado el desarrollo de nuestra agenda que sigue pendiente.

Esto lo atribuye a que Gregorio Santos ha anunciado un paro para los días 21 y 22 de agosto dentro de un estado de emergencia que pone en peligro la legitimidad del mismo y afecta el normal desenvolvimiento de la vida en la ciudad y por otro lado el Ejecutivo que cuando en un inicio dijo que prefería el agua y no el oro no ha vuelto a Cajamarca a explicar el por qué de su cambio de actitud.

Prueba de ello es que Ramírez Gamarra recordó que antes del discurso presidencial por 28 de julio, emplazó al presidente Ollanta Humala a pedir disculpas a Cajamarca por el mal manejo que su gestión ha tenido en el conflicto minero, del mismo modo también dijo haberle invocado a privilegiar el diálogo donde se busque la tan necesaria paz social, la respuesta siempre fue el silencio absoluto de la primera autoridad.

Sobre los sacerdotes designados como facilitadores del diálogo, dijo que en verdad no lo eran, ya que se han convertido en una suerte de “emisarios” que contribuyen muy poco a solucionar el problema.

Otro de los puntos que se debe advertir es el levantamiento del estado de emergencia que ha sido prorrogado, 30 días más, por el Poder Ejecutivo y que no contribuye con la medida al regreso de las actividades normales de una ciudad pacífica que hoy se ve amenazada por su militarización.

Por lo mismo opinó que estos acontecimientos generados por el propio presidente Ollanta Humala,  tienen paralizadas todas las actividades de la ciudad y su desenvolvimiento no es normal. Muchas personas se han visto afectadas y se hace necesario se tomen medidas con mayor calma.

Cabe recordar que el legislador Joaquín Ramírez se muestra a favor de la protección del medio ambiente presentando iniciativas que van a la par con los reclamos por el agua como lograr la intangibilidad del Cerro Quilish y el Canon del Agua.

En otro momento se solidarizó con las familias cajamarquinas y lamentó profundamente los sucesos en Celendín, Hualgayoc y Cajamarca que ocasionaron pérdidas de vidas humanas y paralización de las actividades cotidianas de la población.