Por Javier Soto
La denominada Declaración de Lima, suscrita recientemente entre un sector de personalidades peruanas y chilenas, es una propuesta de buenas intenciones que resulta inconveniente para el Perú en las actuales circunstancias en que Chile ejerce sobre nuestro país una política desigual y totalmente inclinada a favor de sus intereses, afirmó a La Primera Carlos Ferrero, directivo del colectivo Basadre.
El pasado 3 de agosto un grupo de parlamentarios, académicos, empresarios, altos oficiales en retiro, exembajadores y representantes de diversos sectores institucionales del Perú y Chile suscribieron un documento denominado “Declaración de Lima” en el que plantean ideas para el fortalecimiento de los lazos bilaterales.
Los participantes valoraron el compromiso de fortalecer una paz permanente; y acordaron mantener como propósito contribuir al fortalecimiento de las relaciones bilaterales, profundizando la integración de ambos países y el desarrollo de estrategias conjuntas que faciliten su inserción en un mundo cada vez más globalizado.
Los suscriptores del referido documento ratificaron igualmente “su convicción de que las relaciones bilaterales son permanentes y necesarias, y que deben estar centradas en la búsqueda de la paz y la cooperación”.
En relación a ello, Ferrero recordó precisamente que hace aproximadamente una semana el Colectivo Basadre emitió un comunicado en el que expresaba su extrañeza porque en el mismo instante que este grupo binacional de entendimiento se pronunciaba por acercar posiciones, simultáneamente Chile presionaba a Ecuador para que éste último país señale como tratados a los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954.
Del mismo modo, alertó que es un error creer en el Perú que con la sentencia final de la Corte Internacional de Justicia sobre el diferendo marítimo con Chile concluyan todos los problemas con ese país, cuando subsisten otros aspectos no menos importantes que resolver, como son el armamentismo desmesurado y la colonización económica del vecino del sur.
“Cualquiera que sea el resultado de La Haya, si no se dan dos condiciones sucesivas, el problema va a quedar casi igual. La primera es que Chile cese su carrera armamentista. Y en este momento no hay ningún indicio de que lo va a hacer. Y, en segundo lugar, mientras no exista una relación equitativa sobre las inversiones peruano-chilenas”, subrayó.
No es suficiente
En consecuencia, el fallo de la Haya no será suficiente para el Perú, en la medida en que no cesen la estrategia de conquista económica mapochina y el armamentismo sureño.
En ese sentido, indicó que las expresiones de buena voluntad, como es el caso particular de la Declaración de Lima, tendrán escaso éxito y, más bien, corren el riesgo de ver una parte del tema y olvidarse del resto.
“Y mientras se siguen haciendo declaraciones [de armonía], Chile sigue armándose. Mientras los peruanos siguen conversando con los chilenos, y dándose de abrazos, ese país continúa adquiriendo empresas, tierras y riquezas peruanas. Eso es lo que nos llama la atención y nos preocupa”, puntualizó.
Tras precisar que las posiciones del Grupo Basadre sobre las relaciones con Chile son carentes de todo chovinismo o patrioterismo, sino que más bien están basadas en el interés nacional, Ferrero consideró que los promotores peruanos de la denominada “Declaración de Lima” “actúan de buena fe, pero están equivocados”.
“Por eso es que nosotros no hemos participado en esta reunión de entendimiento y colaboración (peruano-chilena) con académicos, profesionales, parlamentarios y militares. Porque hay sesgo que se quiere colocar en la población, por el que terminado el proceso de La Haya, se acabaron todas las diferencias con Chile. Están equivocados”, enfatizó.
Por ello, el exprimer ministro fue claro en señalar que mientras no exista una igualdad en el nivel de inversiones entre el Perú y Chile, los problemas entre nuestras dos naciones continuarán.
“Además, los chilenos han declarado que ellos se arman para ‘proteger’ sus inversiones. Y como dichas inversiones van a proseguir, después de La Haya ellos van a seguir armándose de una manera desproporcionada, en un círculo vicioso que genera una desigualdad evidente”, advirtió.
Al respecto, reflexionó que los peruanos están alimentando involuntariamente el voraz armamentismo chileno al permitirles un ingreso sin límites de sus inversiones en nuestro país. “Esto es contraproducente para nuestros intereses porque esta conquista económica sureña tiene un efecto negativo sobre la soberanía nacional y es un peligro para la seguridad del país”,
Entusiasmo: Reacción Chilena
En Santiago, la Declaración de Lima fue acogida con entusiasmo por las autoridades de ese país, al punto que el pasado 14 de agosto, el propio canciller sureño, Alfredo Moreno, recibió el documento de manos del presidente honorario de la Fundación Chile 21, Carlos Ominami.
En aquella ocasión, Ominami informó además que ya existe otra actividad, programada para el 30 de noviembre, en las ciudades de Tacna y Arica, en la que se analizarían entre otras propuestas, que puedan fortalecer el polo de integración entre ambas ciudades fronterizas.
Sin embargo, en el Perú esta propuesta, adscrita por los sectores políticos, militares y empresariales conservadores pasó inadvertida para el grueso de la opinión pública y las autoridades nacionales.
La Primera, Lima 19-08-2012
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