Con un “vómito negro”, como llaman los contadores a las devoluciones de fondos cobrados en forma delictiva o inmoral, la ministra de la Mujer, Ana Jara, pretende disfrazar la inmoralidad o delito que perpetró al cobrar la asignación por función congresal sin haber realizado dicho trabajo.
Desde que se descubrió la irregularidad la ministra minimizó el hecho y ahora entregó un cheque de gerencia por S/ 77,041.19, correspondiente a la asignación por desempeño de función congresal percibido de diciembre del 2011 al 2012.
Tan bajo ha caído la ética en el gobierno humalista que el jefe del gabinete Juan Jiménez y hasta el mismo Presidente de la República defienden la vituperable conducta de Jara, defensa que cuenta con el aval de la primera dama Nadine Heredia, que con su silencio respalda a Jara. Recordemos que en otros casos, como los de Omar Chehade, Heredia llegó a preguntar: “¿Tan difícil es caminar derecho?”.
No obstante, cuando se trata de su protegida Ana Jara, que camina de forma escandalosamente torcida, Nadine Heredia prefiere jugar al muertito.
Si este es el comportamiento del Poder Ejecutivo ante hechos que son materia de escándalo, no nos extrañemos que al final de este gobierno los faenones lleguen a igual a los del gobierno aprista.
Recordemos además, que antes de las elecciones, el hoy presidente Ollanta Humala y su entorno cuestionaban el nombramiento de congresistas como ministros, por no ser ético, siendo que los congresistas deben fiscalizar al Poder Ejecutivo y no actuar como juez y parte aceptando cargos como los de ministro.
