Una mesa de trabajo productiva
Jorge Manco Zaconetti
El miércoles 25 de setiembre pasado el despacho del congresista Roberto Sánchez Palomino, líder de “Juntos por el Perú” tuvo la iniciativa de organizar una mesa de trabajo sobre “PetroPerú y la Seguridad Energética Nacional: Balance y Perspectivas”, donde tuvieron participación el Ing. Enrique Bisetti Solari, reconocido experto de las operaciones de petróleo en PetroPerú en la década de los ochenta del siglo pasado, con actividades de gerencia de operaciones de campo en Venezuela, México y USA; estuvieron dirigentes sindicales de la Refinería de Conchán y de la FENPETROL, la Federación que agrupa a varios sindicatos del sector y al suscrito, donde se expuso el significado de una real seguridad energética, y el rol de las empresas estatales en la industria petrolera.
Es más, el congresista Sánchez planteó a los expositores interesantes interrogantes sobre la real situación de PetroPerú, las razones de su crisis financiera, los responsables mediatos e inmediatos de su falta de liquidez, de lo que yo denomino la “crónica de una muerte anunciada” parafraseando al escritor colombiano García Márquez.
Por ello fue importante resaltar el contexto histórico de una empresa petrolera como PetroPerú, que sin lotes propios de crudo, sin la Refinería La Pampilla que fue privatizada en 1996 a precio de “huevo roto” pagándose US$180 millones de dólares por el 60 % de sus acciones incluyendo en el precio un valor de US$38 millones en papeles de deuda externa, que fueron depreciados por la crisis de la debacle del primer gobierno de Alan García, y que fueron comprados al 10%, 20 % 30% de su valor en el mercado de la Bolsa de Nueva York, y reconocidos por el gobierno del Ing. Fujimori al 100 % de su valor.
El país se debe interrogar ¿Cuántos millones de dólares deja de percibir PetroPerú y el país? En razón del apresuramiento en inaugurar las 16 unidades que conforman la Nueva Refinería de Talara, la misma que no tenía operativamente una planta de generación de energía propia de respaldo ante apagones y fallas del Sistema Interconectado Centro Norte. |
Como PetroPerú tiene un endeudamiento externo de más de US $ 3,000 millones en bonos corporativos en el mercado de Nueva York, contraídos para financiar la construcción de la Nueva Refinería de Talara (NRT), y que se deben de terminar de pagar en el 2032 (US $ 1,000 millones ) y en el 2047 (US$2,000 millones), pareciera que alguien está comprando por lo bajo los depreciados bonos, y en el país está presionando con sus espadachines a sueldo para que se declare la insolvencia a la petrolera estatal para que los acreedores asuman la gestión y administración de la empresa.
Por ello con mucha perspicacia el congresista Sánchez preguntó si era necesaria la contratación de una empresa gestora, una empresa que administre con eficiencia una PMO por sus siglas en inglés, tal y como sugirió el anterior Directorio y su vocero Oliver Stark. Incluso luego nos enteramos que ya tenían el nombre de la empresa de una empresa norteamericana ligada a grupos de poder local.
La respuesta de los expositores fue enfática. PetroPerú no necesita pagar millonarias sumas de capital a una empresa norteamericana para que supuestamente la gestione y administre hacia su privatización total por no llamar liquidación empresarial, aduciendo incapacidad de pago por los compromisos financieros contraídos.
En la práctica empresarial es usual contratar una empresa que administre y gestione un proyecto al comienzo de su construcción, no cuando la principal inversión como la Nueva Refinería de Talara (NRT) está prácticamente terminada, faltando la entrada plena de la unidad de flexicoking, la unidad más valiosa que tiene la capacidad de transformar los petróleos residuales en diésel 2 y gasolinas limpias de azufre.
Por lo menos con la evidencia estadística de la Dirección General de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), entre enero y agosto del 2024 la producción promedio mensual de la Nueva Refinería de Talara ha sido de 70,376 barriles que lejos de la demagogia política, la refinería está produciendo al 74 % de su capacidad plena que teóricamente es de 95 mil barriles diarios.
Ello también significa que por diversos problemas técnicos y un manejo político, criollo en la gestión de la NRT, en especial por la injerencia del exministro Oscar Vera, la unidad de Flexicoking no está procesando los 22 mil barriles diarios de los petróleos industriales para convertirlos en productos de mayor valor como son el diésel y gasolinas limpias de azufre.
El país se debe interrogar ¿Cuántos millones de dólares deja de percibir PetroPerú y el país? En razón del apresuramiento en inaugurar las 16 unidades que conforman la Nueva Refinería de Talara, la misma que no tenía operativamente una planta de generación de energía propia de respaldo ante apagones y fallas del Sistema Interconectado Centro Norte.
Si bien en agosto del presente año la producción de la NRT llega a los 77,154 barriles diarios, hay una mejora en la producción pero todo hace pensar que en el tercer trimestre (julio, agosto, setiembre) también los resultados operativos y netos de PetroPerú seguirán en rojo, mientras la Planta de Flexicoking no funcione plenamente, pues la producción y exportación de los petróleos industriales se castigan en el mercado internacional.
En tal sentido, el congresista Sánchez Palomino planteó la siguiente interrogante ¿Qué hacer con PetroPerú? Mi respuesta fue contundente y de sentido práctico. Hay que blindarla del manejo político para que funcione en un mercado altamente competitivo y agresivo. Los diferentes gobiernos en especial desde 1980 al presente han colocado con el Directorio de la principal empresa del Estado a partidarios de los gobiernos de turno, salvo honrosas excepciones.
Es más, la han usado como caja chica, fuente de enriquecimiento privado y recepcionista de empleos, llegando al paroxismo en el primer gobierno de Alan García 1986/1990, llegando a tener más de 12 mil trabajadores, con escritorios hasta en los pasadizos; obligando a la empresa estatal a subsidiar el precio de los combustibles en el más puro estilo populista como está sucediendo actualmente en Bolivia donde el estado tiene que subsidiar más del 60 % del precio de los combustibles, que tiene la necesidad de importar gasolinas, diésel, GLP, y ello explica la crisis financiera y falta de reservas internacionales en el país altiplánico.
HAY QUE BLINDAR A PETROPERÚ
Aquí, no se ha respetado como hace la petrolera estatal de Colombia, Ecopetrol que antes de 1990 estaba por debajo de los ingresos de PetroPerú. En el 2023 Ecopetrol ha tenido ingresos del orden de los US $ 33,105 millones de dólares, con una producción de crudo de 777 mil barriles diarios, exportando parte de esa producción, y con una capacidad de refinación de 501 mil barriles por día.
Tanto en Ecopetrol de Colombia como en la petrolera estatal de Chile se respeta la meritocracia, el profesionalismo de sus más altos funcionarios, con la mayor transparencia y no dependen del manoseo de los gobiernos de turno. Su directorio tiene que estar compuesto por profesionales reconocidos del sector con solvencia moral. En Ecopetrol o Enap sería un imposible que tipejos como César Gutiérrez, un Paredes Lanatta o Oliver Stark, llegasen a ser presidentes del directorio de las empresas petroleras estatales. |
Mientras nosotros no superamos los 283 mil barriles de capacidad de refino, en especial de la Refinería de Talara con 95 mil barriles diarios de capacidad y la Refinería privada La Pampilla de Repsol con una capacidad de refino de 117 mil barriles diarios.
Tanto en Ecopetrol de Colombia como en la petrolera estatal de Chile se respeta la meritocracia, el profesionalismo de sus más altos funcionarios, con la mayor transparencia y no dependen del manoseo de los gobiernos de turno. Su directorio tiene que estar compuesto por profesionales reconocidos del sector con solvencia moral. En Ecopetrol o Enap sería un imposible que tipejos como César Gutiérrez, un Paredes Lanatta o Oliver Stark, llegasen a ser presidentes del directorio de las empresas petroleras estatales.
En Chile a pesar de no producir más de 5 mil barriles diarios de crudo, tiene una capacidad de refinación de 242 mil barriles diarios bajo responsabilidad del Estado chileno, exporta derivados de petróleo limpios de azufre, y ha tenido ingresos en el 2023 de US $ 10,640 millones de dólares, es decir más que duplica los ingresos de PetroPerú que se han reducido a los US $ 4,009 millones con pérdidas netas de US $ 1,064 millones.
Es más, en Chile como respuesta al cierre de las exportaciones de gas natural proveniente de Argentina desde 2004 al presente, el gobierno responsabilizó a su petrolera estatal ENAP la construcción de dos plantas de regasificación de gas natural en alianza con empresas trasnacionales. Por tanto, el país del Mapocho recibe gas licuefectado (líquido) de diversos mercados, lo convierte en gas natural para satisfacer su consumo doméstico y hasta exporta gas al otro lado de la cordillera, es decir a la Argentina.
Ello es posible cuando se prioriza la seguridad energética, reconociendo el rol de las empresas petroleras estatales en una visión geopolítica de país con un Proyecto Nacional de Desarrollo. Lamentablemente en nuestro país la política la elaboran las empresas trasnacionales asociados a los Grupos de Poder local, de allí el creciente déficit de la balanza comercial de hidrocarburos desde 1990 al presente, y el derrumbe de la producción de crudo que no supera los 40 mil barriles diarios, todo gracias a la privatización de PetroPerú y a la vigencia de las políticas libre mercado que han fracasado en nuestro país.
Diario Uno, 28.09.2024