El presidente  Ollanta Humala Tasso dio un mensaje de confianza a la población y al empresariado nacional, al asegurar que la situación de la minería en el Perú no solo es sólida, sino que esa actividad es una palanca para dar el salto hacia el desarrollo industrial que puede arrastrar a otros sectores en la dinámica de su crecimiento.

El Jefe de Estado sostuvo hoy que el Perú se ha convertido en un país minero de primer orden con una posición sólida, a pesar de las fluctuaciones del mercado internacional, por lo que la preocupación del gobierno y de la sociedad debe dirigirse a la perspectiva estratégica de cómo hacer que la nueva minería se transforme en una palanca para dar el salto hacia el objetivo nacional: el desarrollo industrial.

 

En su discurso, el presidente Humala resaltó que la minería siempre ha estado presente en nuestra historia, pero nunca ha tenido la oportunidad de darnos las posibilidades reales de desarrollo sostenible, progreso e inclusión, perspectivas que nos pueden llevar a alcanzar el objetivo nacional que es el proceso de industrialización del país, remarcó.

 

Manifestó que en la hora actual estamos viviendo un cambio, aunque “este proceso no es fácil porque existen algunos sectores de la población que se resisten a los cambios”.  En esa línea, añadió que existe el compromiso del Estado para ganar competitividad y por ello se debe impulsar el diálogo constructivo con las comunidades. Para ello, dijo, se han formado las mesas de desarrollo con las que el Estado se hace presente en las comunidades donde se realizan actividades extractivas para velar que el desarrollo beneficie a esa población.

 

Durante su discurso de clausura en la Convención Minera Perumin 31, que se desarrolló en Arequipa, el Jefe de Estado expresó que  se debe  aprovechar la capacidad de la minería para arrastrar a otros sectores en la dinámica de crecimiento, superar las brechas que nos dividen y sacar de la pobreza a quienes menos tienen, construyendo un país en el que todos tengan las mismas oportunidades. 

 

Consideró que  las empresas mineras, los gobiernos locales y la población deberían ser más responsables con el uso del dinero del canon, para que no construyan elefantes blancos inútiles y disparatados. Por ello, invocó a la población a exigir el correcto uso de esos recursos.

 

Indicó que es posible echar a andar un círculo virtuoso en el que, gracias a las cadenas productivas y la formación de polos de desarrollo territoriales, se generen sinergias con otros sectores de la economía, incluyendo la agricultura y la educación.  Añadió que el Perú siempre ha sido considerado un país minero y ahora se ha producido un salto cualitativo, porque producimos más y de manera  más responsable, por lo que pidió que la inversión privada desarrolle sus actividades con responsabilidad social y cuidado del medio ambiente.  Agregó, entonces, que su compromiso es el de implementar medidas que permitan desbloquear proyectos porque la ejecución de los mismos no puede demorar años por trabas burocráticas.

 

Minería ilegal

 

En otra parte de su alocución, el Jefe de Estado sostuvo que la otra minería, la de las sombras, debe ser erradicada. Recordó que en su Gobierno se ha hecho la primera distinción entre la minería informal e ilegal. Expresó que la primera debe regularizarse progresivamente; pero la segunda, la que tiene visos de  criminalidad, genera tráfico de personas, depreda  los bosques, contamina las fuentes de agua y  se burla la sociedad y de nuestros sueños de desarrollo, no se puede tolerar.