El regidor Fernán Altuve-Febres, miembro de la comisión de transferencia de la comuna limeña, reveló que la gestión de la alcaldesa Susana Villarán está dejando, a escasos días de dejar el cargo, en la quiebra a la Municipalidad de Lima y la Caja Metropolitana.
Precisó a Expreso que se ha detectado al parecer existen evidentes irregularidades financieras y administrativas en la Caja Metropolitana de Lima y el nuevo Mercado de Santa Anita y para colmo, la documentación que están entregando no cumple con las exigencias que establece la Contraloría, pese a que Villarán se distinguió por un desembolso de millonarias consultorías de presuntos “profesionales” especializados.
Al día de hoy todavía no hay un informa completo, porque la documentación abarca 46 tomos presentados de forma irresponsable: documentos sin foliar, sin orden, sin firma de ningún responsable, como la alcaldesa de Lima Susana Villarán y su gerente (José Miguel Castro), siendo que la Contraloría establece que los documentos deben estar firmados en todas sus páginas por la alcaldesa y el gerente de la Municipalidad, y eso no ha sucedido, incluso se han entregado copias simples.
Explicó que la Municipalidad Metropolitana de Lima está en quiebra, a partir de los informes verbales, exposiciones y reuniones de coordinación de varias áreas durante el proceso de transferencia.
“La Caja Metropolitana de Lima es una de las instituciones que pertenece a la Municipalidad Metropolitana de Lima. Con decirles que la gestión de Villarán ha citado para el 23 de diciembre (este martes) a sesión de concejo para aprobar la “inyección de capitales a la Caja Metropolitana de Lima”. Es decir, a siete días que entreguen el cargo, esta administración quiere inyectar dinero a la Caja. ¿Por qué será, no? Eso es un escándalo, que se tiene que denunciar públicamente”, advirtió.
Alertó que a siete días de salir del cargo pretendan utilizar una buena cantidad de millones para reforzar una institución, “es sorpresivo, por decir lo menos. ¿Cómo es posible que se pueda convocar para eso?, y lógicamente lo que uno se pregunta es cuánto es la pérdida”, deploró y se preguntó de dónde pretenden obtener ese dinero, cuando la mayoría del presupuesto debería estar ejecutado pues ya concluye la actual gestión.
Recordó que ya había síntomas de la debacle tras el fracaso de la emisión de bonos de agosto de 2013, “vimos que había un problema serio, porque una institución sana no sufre una pérdida financiera, que se caen los bonos que emite, esto sólo pasa cuando financieramente no estás bien. Y de eso dejamos constancia en su momento. Es decir, ese debilitamiento financiero viene desde ese entonces”, indicó.
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