Ppaciente cancer calvaor: Arturo Muñoz                                    

En la mente de peruanos y peruanas está grabado por el neoliberalismo la irresponsabilidad del estado para con los ciudadanos y ciudadanas. Si alguien tiene una enfermedad es la misma persona quien debe curársela. Para ello debe ahorrar o comprar un seguro de salud. La salud es una mercancía, por lo tanto, la vida misma del ser humano es una mercancía.

 

Quienes fueron los implementadores de la política de salud como mercancía, de la privatización de los servicios públicos, hoy gozan de fortunas amasadas en sus clínicas privadas o por sus empresas aseguradoras. Luis Pinillos Ashton y Carlos Vallejos Sologuren, ex ministros apristas de salud, propietarios de la aseguradora Oncosalud y de la clínica Auna, desde 1985 determinan las políticas públicas de salud, causantes del deterioro de los hospitales públicos y de la mentalidad liberal en la mayoría de los médicos peruanos.


De concebir la salud como una responsabilidad del conjunto de la sociedad, de saber que la salud de uno depende de la buena salud de los otros y otras, de la dependencia de la buena salud de la buena alimentación y, por ende, de percibir salarios suficientes para cubrir las necesidades de cada una de las personas. Con el neoliberalismo se pasó a entender la salud dependiente del nivel de ingreso personal. Quien más tiene puede tener mejor salud.

Así, el sistema público de salud fue liquidado por el sistema privado de salud. Se dejó de luchar por el sistema único de salud: público, gratuito y de calidad, pues, para ello la población peruana paga elevados impuestos indirectos. Por ejemplo, en el mundo el precio del petróleo ha bajado a la mitad, pero en el Perú se sigue pagando lo mismo, ye el precio de los combustibles es 60% impuestos ¿A dónde va todo ese dinero?

Resumiendo. Las empresas electorales neoliberales (Apra, PPC, FP; etc.) tienen como fin el tomar el control de las instituciones estatales (presidencia, poder ejecutivo, congreso, municipios y gobiernos regionales) para beneficiar a los negocios privados en general y a ellos mismos en particular; poco o nada les interesa el bienestar del pueblo.

Es esta mentalidad la que ha fracasado con el cierre del Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas del Sur (IREN SUR). La historia es muy simple.

Luis Pinillos y Carlos Vallejos promueven los institutos regionales de neoplásicas en Arequipa y en Trujillo, pero concesionándolos a una empresa transnacional, como en este caso a Oncoserv Inc. Daniel Vera, presidente regional aprista de Arequipa, construye con fondos del estado la infraestructura del hospital de neoplásicas, dejando en el abandono el Hospital Honorio Delgado. Antes de terminar su periodo en diciembre del 2006 firma el contrato de concesión del nuevo hospital para pacientes con cáncer. Por lo tanto la atención no iba a ser gratuita sino pagada.

Entra la nueva gestión presidida por Juan Manuel Guillén, formado en la juventud aprista y confeso neoliberal, y continúa con la concesión, a pesar que la empresa Oncoserv no estaba inscrita en registros públicos, ni demostraba capacidad técnica y económica. Oncoserv Inc., con base en Panamá, pero con matriz en Estados Unidos y filiales en otros países delega a la pareja Eddy Manfreda y Victoria Infantas la representación en Arequipa. Con una mano adelante y otra atrás la pareja va al Banco Continental a solicitar un préstamo para comprar los equipos hospitalarios.

Su ineficiencia convierte un futuro negocio rentable en el mercado de los pacientes (clientes) con cáncer en un fracaso estruendoso. Muchos de los pacientes – clientes siguen yendo a Lima o al extranjero a hacerse tratar, incluido el propio presidente regional Guillén y el ex presidente Vera Ballón.

Pasa por la mente de la pareja la forma de no pagar por su fracaso. Para ello se contactan con Guillermo Alarcón, conocido artista de los sucios negocios, y amigo de Rodolfo Orellana. Al ver el caso de la pareja Manfreda – Infantas, el abogado Orellana les propone el negocio de su vida, sacarle (robarlo, estafarlo con) S/.50 millones de soles al Gobierno Regional de Arequipa (GRA). La pareja que salió de la nada en esta historia, pero es bueno conocer cómo llegó a tan buena ubicación, le debe esta fortuna a sus relaciones con los apristas, entre ellos el ex gerente regional aprista, quien representa a la empresa en su inscripción ante registros públicos.

Orellana mueve su aparato. Primero, la pareja había cometido un error al cambiar constantemente de razón social. Orellana corrige el error ordenando demandar al GRA con la razón social de la empresa Oncoserv Arequipa (no con Oncoserv Inc., ni con Gimain SRL). Piden un arbitraje para determinar si la culminación del contrato unilateral por parte del GRA a mediados del 2012 es legal o no. Casi nunca el estado gana un arbitraje y aquí está la explicación. (Ojo: En ningún momento se discute las necesidades de los pacientes – clientes con cáncer, la vista está sólo en dinero. Orellana confiesa ser una máquina de hacer dinero aprovechando los vacios de la ley).

Orellana pone a su gente en el Tribunal Arbitral (Pablo Iglesias y Hernando Talavera). Los apristas hacen lo suyo, por “encima” de la competencia del presidente Guillén, de ser él quien designe al tercer integrante del Tribunal Arbitral, el acomedido procurador aprista Jesús Vilca designa a la también aprista Sheyna Tejada.

Con el control absoluto del Tribunal Arbitral la mafia aprista Orellana contrata los servicios del consultor aprista, para variar, Eduardo Laza Manchego. La consultoría determina un perjuicio en contra de Oncoserv por un monto de S/. 44 millones de soles. Logran en febrero del 2013 embargar un poco más de S/. 7 millones de soles, los cuales son repartidos entre los mafiosos.

Pasa el 2014, Yamila Osorio Delgado con ayuda de los apristas gana las elecciones regionales. Asume la presidencia el 1º de enero del 2015, y lo primero que hace es contratar a la ex ministra aprista Rosario Fernández para elaborar una alternativa para “recuperar” los más de S/. 7 millones de soles embargados. Una aprista con varias denuncias de acciones no santas, encargada de recuperar el dinero robado por la mafia aprista de Orellana. La gente protesta, los medios de comunicación hacen eco de la inconformidad de la población. Pero no se oye padre.

Para esto, ya el Banco Continental recuperó la plata prestada a la indigente pareja Manfreda – Infantas. Embargo los equipos comprados con el dinero prestado, pues finalmente estaban aún a su nombre. Confirmando que los bancos no tienen pierde, que es más rentable fundar un banco que robarlo.

Pero alguien, en algún momento de esta historia, sintió compasión, lastima, cualquier sentimiento humano, por los pacientes – clientes con cáncer o por los trabajadores despedidos. Ninguna comisión para ver como reflotar el servicio público para atender a los pacientes con cáncer, ni una iniciativa. De paje a rey, desde los funcionarios del GRA, pasando por la adoradora del becerro de oro, la presidente Osorio, los congresistas, el presidente Humala, los candidato presidenciales: Alan García (nadie espera nada de él, finalmente son sus cómplices los causantes de la fechoría), PPK, Keiko, ni mucho menos los empresarios metidos en el mercado de la salud.

¿Dónde estuvo la contraloría, la fiscalía, la policía, los órganos de control y supervisión del ministerio de salud, de la superintendencia de banca y seguros? Para los pobres nada, para los mafiosos todo el apoyo.

Esta historia es igual a las pasadas en Chile, modelo de neoliberalismo. Más temprano que tarde el neoliberalismo termina en una gran estafa.

ASOCIACIÓN JUAN PABLO VISCARDO Y GUZMÁN  
En camino al Bicentenario de la Independencia del Imperio Español del Perú
TÁCTICA Y ORGANIZACIÓN DE LA NUEVA MAYORÍA PATRIÓTICA (LXVI)
ACCIÓN PATRIÓTICA COMUNAL


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