El prófugo de la justicia peruana, Martin Belaunde Lossio protagonizó un nuevo acto de cobardía al huir esta vez ya no de la justicia peruana, sino de la boliviana, intentando así no responder por los presuntos delitos que se le imputa, para beneplácito de la cúpula humalista, por los diversos casos sobre los cuales debe dar cuenta, relacionados con el presidente Ollanta Humala, su esposa Nadine Heredia y las buenas pro que consiguió para sus empresas o las que patrocinaba.
El sujeto escapó de la residencia en la que se encontraba aproximadamente a las 03:00 h de hoy, hecho del cual informaron sus custodios tres horas y media después.
Belaunde Lossio se encontraba en la localidad bajo Llojeta de La Paz en custodia a la espera del avance del proceso de extradición solicitado por el gobierno peruano, que se había resistido a solicitar una rápida expulsión, pese a las recomendaciones de las autoridades bolivianas, lo cual beneficia a la dirigencia humalista, que no quiere dar cuenta de los escándalos que los vinculan con el prófugo.
El Gobierno boliviano reaccionó tras esta falla en la seguridad y se lanzó a una búsqueda que baraja dos hipótesis: burló la vigilancia policial o huyó con su complicidad, según el diario La Razón de Bolivia.
En tanto, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, confirmó la fuga y dijo que llama la atención que fue oficialmente reportada por los policías responsables de su vigilancia tres horas y media después de que se produjo el hecho.
“Vamos a ser implacables (con los cómplices)”, anunció, tras informar que la fuga se produjo aproximadamente a las 03:00, pero fue denunciada a las 07:30, lo que provocó que el operativo de búsqueda sea activado con una demora de más de tres horas.
Belaunde debe responder por las acusaciones de delitos de peculado de uso, asociación ilícita para delinquir y lavado de activos.
Quintana dijo que todo el aparato de inteligencia del Estado fue desplegado para dar con el paradero del empresario y convocó a toda la población boliviana" que tenga información confiable” proporcionarla a las autoridades en el marco de la reserva. “Todas las unidades de la Policía Boliviana están movilizadas”, agregó y calificó de un “episodio de negligencia” la fuga, sobre la cual se reportó a la Interpol.
Para Quintana, se manejan dos hipótesis: que la custodia policial fue burlada o que los uniformados encargados de la vigilancia fueron cómplices de la fuga.