La presidenta del Congreso, Ana María Solórzano, causó una batahola al consentir al suspendido congresista Heriberto Benítez irrumpir en la sesión del Consejo Directivo, que iba a discutir el desafuero del congresista Alejandro Yovera, condenado a dos años de prisión suspendida e inhabilitación para ejercer cargos públicos por haber consignado información falsa en su hoja de vida, por quien el Poder Judicial reclama su desafuero hace cerca de un año, ante el desacato del Congreso, por maniobra de los humalistas, a quienes les interesa su voto, pese a los delitos que perpetró.
Benítez tiene vigente una suspensión por 120 días por impedir la actuación de los fiscales en el caso "La Centralita", en el año 2011.
Cuando Benítez impuso su presencia en la sesión tratando de sorprender al decir que su suspensión había culminado, los representantes de la oposición se retiraron y acusaron al oficialismo de provocación.
En ningún momento Solórzano le exigió retirarse, pese a la airada reacción de diversos legisladores, y como el oficialismo alegó que “cualquiera puede entrar”, entonces el congresista Mauricio Mulder llamó a ingresar a la prensa, que en tumulto llenó la sala y hasta se rompió el vidrio de una puerta.
Para Mauricio Mulder sostuvo que esta escena estaba planeada para que el caso de Alejando Yovera se frustre.
"Esto viene de Palacio de Gobierno, son las órdenes que la señora Nadine Heredia da para la presidenta del Congreso, los parlamentario del oficialismo son solamente chupes de Palacio de Gobierno", señaló.
