La cónyuge del presidente Ollanta Humala, Nadine Heredia, cumplió con asistir a la citación del Congreso, que la investiga por presuntos vínculos con la corrupción y desempeñó el papel de víctima de un imaginario complot político contra ella.
En un gran alarde de poder, antes de su llegada el Congreso fue tomado por personal de seguridad de Palacio de Gobierno, que en número de 20 o más arrinconaron a los periodistas, que tuvieron que apiñarse para intentar cumplir con su trabajo. La zona también fue invadida por los sumisos congresistas de su partido, que dejaron sus labores para integrar la coraza que la rodeó.
Además, una portátil bulliciosa invadió la vía cerca del Congreso, lanzando gritos en defensa de Heredia, los cuales no fueron desalojados por la Policía, sometida a los caprichos de Palacio, pues cuando se trata de otros manifestantes no sólo los desalojan, sino que los golpean.
Heredia pidió que la sesión sea pública, según dijo, para evitar filtraciones distorsionadas de sus declaraciones, lo cual no fue autorizado y motivó su queja diciendo que estaba indignada y que la comisión estaba invalidada por la presencia del congresista aprista Mauricio Mulder, pues el reglamento no permite que quien solicitó la creación de una comisión la integre.
“Hubiese preferido que sea abierta para que pudiesen escuchar todo lo que tenían que decir y lo que ellos han dicho, y las respuestas que se han vertido en esta comisión, pero puedo trasladarles lo que dicho”, señaló Heredia.
Según Heredia, en la citación enviada no se precisaron los hechos por los cuales fue pasada de calidad de invitada a investigada en la Comisión Belaunde Lossio.
“En dicha notificación aparecen un montón de irregularidades: no se precisa cuál es el hecho imputado y menos cuándo y dónde yo tuve alguna participación. No se especifica cuál es el presunto delito o irregularidad cometida, si es de carácter penal, civil o administrativa. No sé de qué defenderme”, dijo.
Protestó porque se haya preguntado a otro citado, Rodrigo Arosemena, cuántas veces se reunió con ella, pues interpreta que con ello Marisol Pérez Tello, titular de la comisión, quiere saciar su “morbo” en torno a un chisme que la vincula con él en una relación presuntamente sentimental.
Heredia también cuestionó la pregunta sobre su relación con Roxana Altuna “como si esto tuviera algo que con las contrataciones del señor Martín Belaunde”, pese a que Altuna es conocida allegada a la cúpula humalista.
“Salgo indignada, fastidiada, pero creo que he cumplido con esta comisión. Estoy segura que me han pasado a condición de investigada únicamente para levantarme el secreto bancario, tributario y el de comunicaciones. El congresista Mulder solicitó que de una vez oficie a las entidades correspondientes”, finalizó, sin siquiera proponer que voluntariamente abre su secreto bancario, tributario y de comunicaciones, para mostrarse transparente, dada su calidad de cabeza impuesta en su partido.