Siguiendo su tradición mafiosa, el fujimorismo vetó en el Congreso el pedido del Ejecutivo de dotar de mayores atribuciones a la Unidad de Inteligencia Financiera (IUF), lo cual impedirá investigaciones a fondo para seguir el rastro del dinero de la corrupción que fluye a la política.
Como se sabe, la banda delincuencial fujimorista perpetró el saqueo más grande de la historia del Perú al robar más de US$6,000 millones, dinero que ahora presumiblemente reingresa al país financiando campañas electorales. Por ejemplo, no se ha investigado la profusión de construcciones en pueblitos lejanos, realizada en campaña electoral por diversos candidatos del fujimorismo.
Las facultades solicitadas sólo buscan colocar al Perú dentro de los estándares normales que tienen instituciones similares a la UIF en otros países, por ejemplo, de acuerdo con lo señalado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Frustrada por la actitud del fujimorismo, la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, exhortó al Congreso a reconsiderar su decisión sobre este pedido del Ejecutivo para fortalecer IUF, permitiendo que comparta información con el Jurado Nacional de Elecciones y la ONPE, lo cual permitiría de forma rápida y más eficiente detectar a tiempo el desbalance patrimonial o un mal uso de los recursos de campaña.
Una vez más la mafia fujimorista demuestra para qué lucho por conseguir mayoría en el Congreso, para favorecer a la corrupción, para lo cual hizo gran derroche de donaciones a gente menesterosa que votó por ellos creyendo que mejorarían su vida con la banda fujimorista.