Diversas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) se dedican a difundir su “credo” en favor del aborto, prédica a sueldo que realizan, en especial con financiamiento de los Estados Unidos, a través de la USAID. No obstante, el presidente de ese país, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva prohibiendo el uso de fondos federales hacia estas ONG.
La orden ejecutiva prohíbe el uso de fondos del Gobierno Federal para subvencionar a grupos que practiquen abortos o proporcionen cualquier información sobre el aborto en el exterior, política republicana que iniciada en la década de 1980 y que se reactiva con cada gobierno republicano y se corta con los gobiernos demócratas.
En el Perú hay varias ONG que defienden la despenalización del aborto, como Manuela Ramos, la cual incluso ayudó al exdictador Alberto Fujimori en su delito de la esterilización forzada de mujeres. Esta ONG se escuda en su defensa del aborto en casos de violación, pero sus voceros promueven en realidad el aborto libre hasta los tres meses de embarazo.
Estas ONG no son defensoras de las mujeres, pero se presentan como tales. En realidad lo que son es promotores a sueldo de lo que sus financistas quieran, pero estos seudointelectuales se promueven como “líderes independientes”.
Ahora que peligra una de sus principales fuentes de ingreso, ¿continuarán sus campañas abortistas?
Algunas de estas ONG también promueven la prostitución de menores al defender que las niñas puedan consentir tener relaciones sexuales con adultos y que éstos gocen de impunidad.
Sin embargo, son falsas defensoras de las mujeres, pues nada concreto hacen contra las redes de tráfico sexual de mujeres ni ayudan a estas mujeres a salir de la vida de prostitución.
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