Corrupción infesta la justicia: “hermanos” de la masonería y compañeros apristas tienen una red de tráfico de influencias y corrupción para archivar y ganar juicios y favorecer a empresas y políticos.
Una gran “logia” de masones y apristas viene creciendo en el seno del sistema judicial y corrompe al Poder Judicial, al Ministerio Público, al Tribunal Constitucional, al Consejo Nacional de la Magistratura y a otros órganos del estado como si fueran “su chacra”, a la espera de superar la serie de escándalos que ha puesto en jaque su enorme y omnímodo poder.
Son los corruptos “hermanos” de la masonería y compañeros apristas que tienen una red de tráfico de influencias y corrupción para archivar y ganar juicios y favorecer a empresas y políticos.
Esta red de corrupción permanece intacta y sus miembros, hoy agazapados, están callados esperando a que pase al escándalo para volver con sus operaciones delictivas con sus narcotraficantes, lavadores y políticos.
En el interior del sistema judicial conocen bien a este monstruo de masonería y aprismo radical que crece día a día y saben que entre ellos se hacen llamar “hermano” o “hermanito, y esta seña se completa con un fuerte apretón de manos y el sello de los pulgares, porque así se identifican entre ellos ya que el sigilo de sus actividades delictivas es vital para su supervivencia por siglos.
La Masonería
En el Perú la masonería es una organización secreta que viene de los tiempos del virreinato, importada de Francia con toda una serie de rituales secretos y oscuras consignas de poder y corrupción.
Se sabe que apuestan por una “fraternidad” general entre sus integrantes (legado de la Revolución Francesa) y que casi la mayoría de jueces y fiscales pertenecen a distintas logias (así se llaman sus grupos operativos que celebran asambleas secretas), sean de derecha, izquierda, apristas o liberales.
También, la mayoría de jefes de las logias son apristas y por esta razón las decisiones que toman éstos prevalecen por encima de las de jueces supremos, incluso, ya que en ellos la jerarquía la establece la Logia y no el sistema judicial. Por esta razón el inmenso poder de jueces masones que son los miembros importantes de esta secreta organización.
Esta red de corrupción funciona en la práctica como la medusa mitológica que se vuelve a regenerar así sea mutilada, por lo que es imposible que desaparezca y por eso la forma de combatirla exige una estrategia diferente de acción del estado.
Mientras tanto, la procuraduría anticorrupción solicitará que el nuevo fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, se inhiba en las investigaciones contra el juez suspendido César Hinostroza y los exmiembros del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM).
Este pedido se da a raíz de la difusión de un audio que “denota una relación muy cercana y de confianza entre Chávarry y el juez Hinostroza”, detalló el procurador anticorrupción Amado Enco.
El abogado de Estado adelantó que la solicitud en cuestión será presentada formalmente este lunes ante el fiscal de la Nación. “El audio lo que hace es inhabilitarlo para que conozca o se haga cargo de las investigaciones que se siguen en contra de Hinostroza y también del CNM”, explicó.
Enco sostiene que con Chávarry no existe una garantía de que las investigaciones se lleven a cabo con objetividad e independencia en este caso, por lo cual la solicitud de inhibición busca cautelar el éxito de una correcta indagación.
Además, indicó que la aparente confianza entre ambos es un dato a tomar en cuenta en este asunto y si bien “de inmediato no revela en sí mismo un comportamiento delictivo, no deja de ser información a soslayar o desestimar”.
LNP