Lo que desvergonzados sujetos llaman “donaciones o aportes” a los partidos por parte de grandes empresarios eran en realidad precoimas a cambio de futuros beneficios, como contratos y leyes que les permiten ganancias de saqueo en perjuicio del Estado peruano, es decir, en perjuicio de todos los peruanos.
Estos días se conoce que Juan Rassmuss entregó US$4.8 millones a la campaña de Keiko Fujimori, conocida en el hampa judicial como “señora K”, de los cuales US$3.4 millones (el 70%) fueron abonados cuando ella era congresista, es decir, con poder para manipular en el Congreso y promover leyes a su antojo.
Enrique Gubbins Bovet, sobrino del empresario Juan Rassmuss Echecopar, declarando sobre los aportes secretos de su tío a las campañas de 2011 y 2016, señala que se empezó a entregar los fondos en 2010, hasta la segunda vuelta de 2011. En ese periodo, Keiko Fujimori era congresista, por lo tanto, funcionaria pública.
“En la primera vuelta de 2011, entre el 22 de septiembre de 2010 y el 7 de febrero de 2011, por encargo del señor (Juan) Rassmuss Echecopar, se entregaron 2 millones de dólares. Para la segunda vuelta, también por encargo de Rassmuss Echecopar, entre el 15 de abril y el 3 de junio de 2011, se entregó 1 millón 400 mil dólares”, respondió Enrique Gubbins.
A la pregunta “¿Puede precisar si fueron dados en una sola o diferentes entregas?”, respondió: “En el primer caso relacionado a la primera vuelta, fueron 10 entregas, y en la segunda vuelta, fueron 7 (entregas)”, informa La República.
Las coordinaciones se realizaron con Jaime Yoshiyama Tanaka y personas designadas por él en tres oportunidades. Extrañamente, no preguntaron a Gubbins quiénes fueron las otras personas.
Para dedicarse a la campaña presidencial, Keiko Fujimori solicitó licencia al Congreso del 6 de enero al 10 de abril del 2011. Por lo que era congresista y funcionaria pública cuando Juan Rassmuss Echecopar aportó US$3.4 millones y ella postulaba por primera vez a la presidencia.
Esta danza de millonesen las sombras fue ocultada por Keiko Fujimori y sus secuaces a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) violando la ley, pero ella mentía a la ciudadanía diciendo que las cuentas estaban declaradas y eran claras.
Los delitos en que habría incurrido Keiko Fujimori son de enriquecimiento ilícito colusión, lavado de activos o cohecho u otros
Gubbins confirma lo declarado por Jorge Yoshiyama. “Dicha afirmación es cierta. (...) Para coordinar el recojo de dinero encargado por el señor Rassmuss Echecopar, el señor Jaime Yoshiyama me presenta a su sobrino Jorge Yoshiyama, indicándome que iba a ser el encargado de recoger el dinero”, dijo. Jorge Yoshiyama se presentó en la oficina de Sudamericana de Fibras, en Néstor Gambetta, ocho veces para retirar un paquete de 100 mil dólares, 9 paquetes de 150 mil dólares cada uno y otro de 165 mil dólares, entre el 9 de febrero y el 16 de marzo.
“Luego hubo dos entregas más que recogió Jorge Yoshiyama de 150 mil dólares cada una, el 12 y 13 de mayo, respectivamente”. Siendo en total para la campaña de 2011 un monto de 3,4 millones de dólares, y en la de 2016 llegó a 1 millón 465 mil dólares. En total, 4 millones 865 mil dólares. Ni un centavo declarado a la ONPE.
El dinero provenía de supuestos préstamos que le hizo la empresa Sudamericana de Fibras a Juan Rassmuss, información que ha quedado pendiente de documentación. Gubbins aseguró que Keiko Fujimori estaba al tanto de estas entregas de dinero, según él, proveniente de un préstamo de Sudamericana de Fibras, de propiedad del mismo empresario. El dinero fuedevuelto por el hijo del señor Rassmuss después de su muerte, Juan Rassmuss Raier.
Antonio Maldonado, exProcurador Anticorrupción, dijo, citado por el mismo diario: “Se tiene que determinar para qué se recibió ese dinero, cómo se ocultó y cómo reingresó al sistema económico y financiero. Y si se cometieron delitos de colusión, lavado de activos o cohecho u otros contra la administración pública. O si el dinero tenía el propósito de que Keiko Fujimori o su partido omitieran leyes o promulgaran leyes dirigidas a favorecer las empresas de este empresario o de algún colectivo gremial de empresarios, al cual este (Juan Rassmuss Echecopar estaba adscrito o asociado”.