Jaime De Althaus: seis días de plañidera
Desde el viernes último hasta anoche, Jaime de Althaus sigue llorando como plañidera por unos cuantos insultos y alguno puñetes que dieron a su auto unos jóvenes del colectivo Dignidad.
Si bien es cierto que es censurable que por unos momentos le hayan obstaculizado el paso, insulto con insulto se paga, De Althaus insulta casi a diario con falacias al partido Gana Perú por defender a la mafia fujimorista, pero lleva la mejor parte, pues cómodamente sentado ataca con mentiras que se propalan a todo el país, mientras que los jóvenes debieron usar sus voces y movilizarse.
“Vendido, defensor de asesinos”, le decían, y no es otra la imagen que ostenta De Althaus al actuar de sirviente de la mafia fujimorista.
Si es tan grave el insulto en la política, ¿por qué se quedó callado cuando una turba defensora de PPK insultó con frases más graves, como “asesino”, cuando fue a votar en la primera vuelta Ollanta Humala? Ni él ni los sirvientes fujimoristas se rasgaron las vestiduras para llorar por esos insultos.
Y a decir verdad, no sólo los políticos, sino los periodistas están obligados a ser relativamente tolerantes y pacientes ante los insultos del pueblo, como cuando un joven gritó “corrupto” a Alan García. Todos coincidieron en que no debió cachetear al joven.
Todo insulto es malo, pero a veces es una manera de desfogar la desigualdad de fuerzas: los políticos y periodistas con la tribuna y el pueblo con escasas posibilidades de decir lo que piensa.
Esperemos que De Althaus recapacite y no se tome por una muñequita de cristal que se puede romper al primer insulto.
Además, este presentador anda con ínfulas de culto, pero ni sabe hablar bien el español, por ejemplo, cuando ayer lloriqueó por los insultos dijo que lanzaron “lemas en contra mío”, lo cual es una incorrección (ver por ejemplo: "en contra nuestra"). No le haría mal culturizarse un poco mas antes de presentar sus bodrios seudointelectuales.
A propósito de lo arriba mencionado, recomendamos este artículo:
¿SABEN QUE ES AGREDIR UN PERIODISTA?
Carlos Aguilar del Carpio. (*)
El conductor de la Hora N Jaime de Althaus fue “agredido” por una manifestación en la inmediaciones del medio donde trabaja, ello fue al retirarse con su auto y ser interceptado por personas que le reclamaban su defensa del Fujimorismo que hace noche a noche en su programa televisivo de señal por cable, el incidente —que no paso de gritos o pequeños roces con su auto— resulta ahora ser un “gravísimo” atentado a la libertad de expresión y una agresión inaceptable a los periodistas “independientes y neutrales” que hoy —unos más que otros— se han puesto su polo naranja en diferentes tonalidades.
Para poner las cosas en su lugar es necesario precisar que las agresiones en esta campaña electoral empezaron con los despidos a los hombres de prensa que se han hecho a lo largo y ancho del país por no apoyar la candidatura de Keiko Fujimori. Dejar a un periodista sin trabajo, sin sustento económico, es una agresión, baja y de las peores que se hacen contra el individuo, la sociedad y la libertad de expresión, además del derecho al trabajo.
Agredir a un periodista es lo que le hicieron a Melissa Alfaro Méndez cuando el Grupo Colina –creación de Fujimori y Montesinos- le envió un sobre bomba que la mato en la oficina del medio donde trabajaba y donde era Jefa de Informaciones. Melissa Alfaro tenía 23 años, un brillante futuro en la prensa peruana, investigaba la desaparición del estudiante Ernesto Castillo Páez, hasta hoy espera justicia, fue un 10 de Octubre del año 1991. ESO ES – EN VERDAD – AGREDIR A UN PERIODISTA.
El 24 de Junio de 1992 el periodista huachano Pedro Yauri se encontraba en su domicilio acompañando a su padre, cuando ingresaron a la fuerza miembros del grupo Colina que lo secuestraron, los torturaron en varias ocasiones, le hicieron cavar su propia tumba, y después lo ejecutaron, en un operativo que estuvo a cargo de Martin Rivas (como consta en los documentos de la CVR), hasta hoy el cuerpo de Yauri no aparece, su padre Anastasio –que sufre de reumatismo y no puede caminar- aun espera encontrar algún día el cuerpo de su hijo. Yauri era conductor del programa radial “Punto Final” en Radio Universal de Huacho. ESO ES AGREDIR A UN PERIODISTA.
Luis Morales Ortega, periodista ayacuchano, fue uno de los que más brego por que se aclare la muerte de los 8 periodistas de Uchuraccay, esto lo llevo a trabajar intensamente por los derechos humanos en su localidad, fue asesinado por el Grupo Colina el 13 de Julio de 1991, los testigos de su asesinato la familia Solier Huanca (esposos, hijos y sobrino), fueron asesinados 5 días después. Morales fue decano del Colegio de Periodistas de Ayacucho. Afortunadamente los responsables del crimen fueron descubiertos cuando cayó la dictadura de Fujimori que los protegía. ESO ES AGREDIR A UN PERIODISTA.
Cuando Fujimori dio su autogolpe el 5 de abril del año 1992, el periodista Gustavo Gorritti venía trabajando una serie de investigaciones sobre el siniestro asesor presidencial Vladimiro Montesinos. Esa noche —ya de madrugada— Gorritti fue secuestrado por militares en su domicilio, perdiendo valiosa información; encañonado con metralletas lo tuvieron “desaparecido” 24 horas, posteriormente tuvo que salir del país e iniciar un largo exilio, siempre denunciando las corrupción y las atrocidades de la Mafia Fujimorista. En el año 2009, Alberto Fujimori fue hallado culpable de avalar elsecuestro de Gustavo Gorriti en los sótanos del Servicio de Inteligencia. ESO ES AGREDIR A UN PERIODISTA.
A Fabián Salazar, los agentes de Fujimori y Montesinos, le serrucharon —literalmente— el brazo, el periodista tenía en su poder algunos “vladivideos” que posteriormente saldrían a la luz y eran un anticipo de toda la corrupción que vimos después en la “salita” del SIN, por eso lo torturaron hasta casi matarlo, intentando cortarle el brazo para que dijera quien le había entregado el material. Era Mayo del año 2000, y el Fujimorismo a través de programas basura como Hora 20 —donde trabajaba Fabricio Torres, el nuevo Editor General de Canal N— presentaron un informe donde se decía que Salazar se había “autoserruchado” el brazo. ESO ES AGREDIR A UN PERIODISTA.
La rabia e indignación que producen periodistas “neutrales” como Lucar, Aldo M., Mónica Delta, Rosa María Palacios, Jaime de Althaus, está generando un clima de rechazo a tan grotesca manipulación de la información. Si gana Keiko Fujimori será gracias —en gran parte— a estos personajes, al Grupo “El Comercio”, y por supuesto a una ciudadanía que pasivamente acepta los contenidos sesgados y parcializados de los medios de comunicación.
La violencia no se justifica, pero gritos y reclamos jamás se comparan a crímenes, errores no son horrores, y esto último —horrores— fue lo que hizo el Fujimorismo. Aunque ahora nos quieran decir que a los periodistas Fujimoristas “no se les toca ni con el pétalo de una rosa”.
(*) Periodista y Docente Universitario.