A propósito de
El “No” de América TV a Vargas Llosa
¿Cómo la cadena de televisión más importante del país —cualquier país— puede rechazar contar en su parrilla con un programa presentado y dirigido por un premio Nobel de Literatura, producido por un reputado director de cine, y con un prestigioso periodista en calidad de reportero?
¿Falta de presupuesto?
¿Y si la oferta, además, se produce en términos ad-honorem, totalmente gratuitos?
Según el gerente general de esa cadena —que se llama América TV—, Eric Jurgensen, la respuesta es bien sencilla: falta de espacio en la programación.
En conversación con lamula.pe, Gustavo Mohme, presidente del Grupo de la República y copropietario de Plural TV (quien controla América TV y Canal N) confirmó el rechazo de la directiva de la cadena, en forma de silencio oficial, al programa presentado por Mario Vargas Llosa, producido por Luis Llosa, y con Gustavo Gorriti como reportero principal.
La propuesta, afirma Mohme, fue presentada por él mismo a la dirreción de la cadena “en aras de la pluralidad, para el beneficio del televidente.”
Consultado sobre si la iniciativa se produjo como respuesta al programa presentado por Jaime Bayly, Mohme afirmó: “efectivamente, yo explico que, de alguna manera (la iniciativa), trata de hacer un contrapeso al programa de Jaime Bayly, que estaba poniendo en tela de juicio el esfuerzo que estaba haciendo la plana periodística por mantener una imparcialidad.”
Sobre la posibilidad de que el programa sea finalmente aceptado por la dirección de la cadena, Mohme resaltó que “tras diez días sin obtener una respuesta explicita, yo he dado por concluida mi gestión”.
En este sentido, Mohme declaró que mantuvo conversaciones telefónicas con el gerente del canal, el mencionado Eric Jurgensen, en las que este le transmitió que el canal no contaba con espacio en su programación para albergar el espacio presentado por Vargas Llosa.
La mula.pe intentó, de manera infructuosa, confirmar la postura de Jurgensen.
Por último, Mohme calificó la decisión de América TV como “lamentable”.
“Hay un desequilibrio en el tratamiento de las noticias, a nivel general, es evidente que los medios se están decantando por una candidatura, abiertamente”, concluyó.
PODEMOS DECIR LOS PERUANOS
El fraude, señores, no solo se realiza en las urnas, como se ha realizado en el Perú muchas veces en toda su historia, sino también fuera de ellas, como se produjo complementariamente durante el gobierno de Montesinos y Fujimori, comprando la orientación de la información a los dueños de los medios de, precisamente, información, concedida por nosotros, los ciudadanos, para nuestro beneficio cultural dicho sea de paso.
También ocurrió cuando, emisarios del gobierno de la cúpula militar-civil de entonces llegaban a las comunidades más alejadas del país, premunidos de fuente portátil de energía, televisor y grabaciones editadas mañosamente, sobre hechos inventados atribuidos a personas en contienda electoral con esa cúpula, mediante los cuales sembraban el pánico en las comunidades, advirtiendo las consecuencias que les acarrearía votar por ese “comunista”, contrincante del gobierno.
Sorprende por lo tanto escuchar a periodistas y personas “enteradas” que el fraude es imposible actualmente, cuando estamos viendo que, si bien se considera ilícito que, en un país civilizado, un delincuente planee y dirija fechorías y actos delincuenciales, como ocurre en los penales del nuestro, a vista y paciencia de la actual administración aprista del Estado, esa misma administración y el Jurado nacional de Elecciones, parece que consideran lícito que la campaña política a favor de la candidata del presidente de la República, la jovencita hija de Fujimori, sea dirigida por el jefe del clan desde la DIROES, el mismo lugar donde la purga, y hacen de la vista gorda y de los oídos sordos a lo que se anuncia en la prensa nacional e internacional. ¿También es lícito que el presidente García se entrometa groseramente en la campaña para que no sea elegido quien él manda que no lo sea, y que esto no sea fraude?
Cuando existe una confabulación entre la mayor cantidad de propietarios de medios de prensa escrita, malos empresarios, y políticos que robaron o permitieron robar, no un auto, no una casa, no una agencia bancaria, sino al Estado peruano, a todos nosotros, entre 6,000 y 10,000 millones de dólares y, lo que es más importante, asesinar seres humanos, y herir en lo más profundo la honra, la dignidad, y la fe en las instituciones democráticas de nuestro país, que es nuestro mayor capital. Cuando esa confabulación difunde pánico, miente con el cuento del medio vaso vacío y medio lleno y desinforma a la ciudadanía, allí también se está realizando un fraude electoral. ¿O estos y los anteriores no son actos realizados para burlar los derechos de una colectividad?
Gonzalo Fernández Montagne
De la mula.pe